Tras el (9-43) de la ida en la Ermita del Fango levantar esta eliminatoria de la fase de ascenso a División de Honor 'B' rozaba lo milagroso. Aún así los pupilos de Fredi Ruiz viajaban con la idea de aplicarse a tope, de olvidar los nervios traicioneros y llevárse al menos el choque de vuelta, o al menos de intentarlo con todas sus fuerzas.
Estéril deseo, porque el conjunto local se aplicó en idéntica medida a la del partido de ida. La táctica fue una salida al sprint de los de Facundo Ozu, que esta vez no jugó, y que dejaba el asunto resuelto en apenas diez minutos con dos ensayos de su fantástico pilier izquierdo.
Y es que, como si fuera un deja vú de lo ocurrido en Bilbao, en el primer tiempo de nuevo la melé naranja ha sido muy superior a la del UBR. Los nuestros no podían ganar ni sus propias melés, y las que a duras penas se ganaban eran reculando.
De hecho de una melé con introducción vizcaína perdida en medio campo vino el cuarto ensayo de los locales que se fueron al descanso con un abrumador 40-0 a su favor.
Una vez más el parón vino bien a la escuadra del Botxo que pese a tener que empezar con un hombre menos por dos tarjetas amarillas el segundo periodo, se vino arriba con los cambios introducidos por el técnico.
Así Lucas ha conseguido anotar el primer ensayo para los de Ruiz trasformando luego el pateo el propio Lucas, que ha sido el autor de los 16 puntos bilbaínos de la eliminatoria.
Dentro ya de una tónica mucho más igualada, la pena ha sido que en la última jugada del partido los levantinos han logrado un ensayo bajo palos que, transformado, ha dejado el parcial de la segunda mitad en 12-7.
Un sabor agridulce porque como comentaba a ElDesmarque el presidente Gontzal Sever, "nos hubiera hecho mucha ilusión ganar al menos el segundo tiempo. Pero aún así lo más importante es que el equipo ha mostrado orgullo y carácter. No se ha venido abajo pese al 40-0 del descanso y se han dejado la piel", resaltaba.