Tras superar al Debabarrena Concepto Egile en la prórroga, y, sobre todo, con la hazaña de aparcar a un Primera como el Peñíscola en los penaltis los de Iñigo Martínez rezaban por 'pillar' un grande que sirva para dar una alegría a la afición y hacer una buena caja para la modesta entidad que preside Josean Casabella.
No ha habido suerte. La bomba del sorteo ha sido el emparejamiento FC Barcelona-Inter Movistar y los de Tomás de Dios lejos de ser uno de los grandes andan peleando en la parte baja de la tabla por no descender de categoría. De hecho, en función del rival, se había hablado hasta de plantearse un cambio de sede del partido para poder meter a un mayor número de aficionados a disfrutar de una fiesta del fútbol sala nada habitual en Bizkaia por desgracia.
Los galipos se han ganado un par de veces la posibilidad de subir un peldaño más hacia la élite de este deporte pero la coyuntura económica siempre ha sido la pata que ha fallado.