Abundando por esa vía que le gustaría encarrilar, apostilla: “Hombre, un proyecto interesante con aspiraciones de hacer algo bonito. En Tercera llevo mil años, y si no tienes algo que te motive…, me seduce la posibilidad de hacer algo sin límites, con aspiraciones de subir”. Pérez, ex técnico de Arratia, Mungia, Zalla, Amorebieta y Arenas anhela que algún club de Segunda B repare en su enjuta figura: “El salto es complicado, llevo varios años que no acabo de dar, se rumorea, se habla, se dice, te llaman, pero al final, nada en concreto”. No descarta deslizarse por ese tobogán: “Yo, deseando de que alguien me dé la oportunidad de cambiar de categoría”, sentenció en la tertulia de Onda Cero.
La rutina ahora mismo le absorbe, se le puede observar en los campos vizcaínos desmenuzando a sus mejores mimbres: “Entre Iñaki (su segundo) y yo nos podíamos ver cinco partidos cada fin de semana, ahora bajaremos el pistón aunque seguiremos con el seguimiento a los jugadores, con los que algunos tenemos vínculos”.
Todavía colea el hastío por el severo arbitraje padecido en Astorga ante Castilla-León, lo que laminó las posibilidades de Euskadi de pasar el corte: “Teníamos mucha ilusión de ser campeones, pero que haya sido así es difícil de asimilar para gente tan joven, pero una experiencia más”.
Cantabria, Canarias y Castilla-León han destilado un fútbol más rústico que el del combinado tricolor: “El nivel es muy alto, el fútbol en Euskadi está evolucionando respecto a los tiempos. El tipo de fútbol que hemos practicado en la Selección y que ves en Tercera, es más elaborado, más moderno que el de nuestros rivales”.