Carlos Pouso, ya recuperado de sus operaciones de rodilla, elabora informes sobre jugadores susceptibles de fichar, aprovechando estos meses de ver partidos en directo. El ex entrenador de Sestao River, Guijuelo, Eibar y Mirandés es un hombre cotizado y quiere embarcarse en un proyecto sugerente, una vez que lleva un año fuera de la rueda. Su idea es pilotar un equipo desde la pretemporada y confeccionarlo a su estilo. El destino de Pouso, después de despuntar en Segunda División en el Mirandés salvando la categoría con decoro y eliminando clubs de élite en la Copa y, de manera asombrosa, no ser renovado, apunta a un club de categoría de bronce con aspiraciones de ascenso, tal y como está el mercado de saturado. Burgos, Logroñés o Oviedo responden a ese patrón, además de situarse cerca de su casa, lo que le facilita no perder contacto con su entorno, motor principal de una persona familiar y comprometida. Otros clubes como Alcorcón o Sadadell también le han tenido en cartera. Pouso está a punto de volver a ajustarse el chándal.