El equipo pilotado por Ezequiel Moreno se presentará ese sábado a las nueve sobre el tapiz de Las Llanas con oscuras intenciones. El ariete catalán del River, un seguro de vida y matrimoniado de manera permanente con el gol, avisa que “queda todavía pasar la eliminatoria, habrá que estar muy atentos”. Su técnico, Ángel Viadero, está pendiente de los talleres: Álex García y Josu Hernáez acabaron magullados la batalla del Carlos Belmonte, Bingen Erdozia y Tato laminados en el Nou Estadi y Cabero sancionado. Demasiados escollos para una plantilla corta. Sólo “la nobleza y la gallardía”, como le gusta subrayar al entrenador cántabro, sobrepone de todas las adversidades a su plantilla. Jito Silvestre, que recibió a su familia en Tarragona, curtido en mil batalas, con varios playoffs a sus espaldas, guarda la calma: “Los dos equipos nos jugamos mucho, los dos queremos pasar a la final, son partidos de mucha tensión y nervios”. La defensa del Nàstic tratará de cerrarle el paso. En la ida les costó un disgusto, pese a estar más que alertados: “Aproveché un rechace y estoy muy contento de que ese gol pueda servir para el equipo”, remacha.