“El resultado ha sido bueno, pero podía haber sido mejor. Nos lo están poniendo difícil y nos está costando mucho”, desliza el técnico cántabro del River, que sostiene que maneja un colectivo de muchos quilates a todos los niveles: “Somos humildes, sencillos, pero con nobleza y gallardía, y con una afición detrás que se merece unos mínimos”. Viadero desvela que el vestuario refuma optimismo por salvar tantos atropellos en forma de lesiones y sanciones: “El equipo es muy unido, sacrificado, me siento muy orgulloso de esta plantilla, que es un regalo, que me está haciendo disfrutar”. En el Nou Estadi, sin Álex García y Hernáez, Diamanka jugó más avanzado de lo habitual y Gerardo Carrera en banda, un planeamiento casi obligado: “Es por la gente más o menos sana y para guardar efectivos, era un día de mucho riesgo y hubiéramos llevado a lesiones. Ganamos espacios con Gerardo y Diamanka, tenemos un equipo competitivo”, remarca Viadero, que ya intuye el Nàstic al que se van a medir el sábado a las 21 h en Las Llanas: “Me parece un buen equipo, serio, intenso, de los mejores de grupo, que nos va a exigir mucho”. Recupera a Resines, pero Cabero pasa a la reserva federativa: “Es un hombre fundamental, pero es lo que hay”.