El destino no tenía señalado que este año ascendiera el River. Su sino era salvar la categoría con decoro, pero se subió a las barbas de equipos de mayor tronío económico, fue líder, tuteó al Albacete, que no le pudo ganar en el doble emparejamiento, empató a uno en Tarragona, y se adelantó en Las Llanas ante el Nàstic. Mejor, casi imposible. Un grupo de guerreros, una piña en torno a Viadero, un equipo de jabatos que, con sus limitaciones técnicas y de velocidad, ha vencido a los molinos de viento a base de casta, de entrega y de nobleza. La derrota, 1-2, ante el equipo catalán no puede empañar, en ningún modo, la machada de una plantilla muy corta, apenas 18 unidades, que ha ido perdiendo piezas y los que resistían, como Álex García, llegaba con el depósito en reserva y magullado a la recta final del curso. En la calurosa noche sestaotarra, con el vetusto Las Llanas a tope, 300 arribados desde Tarragona, el River puso fe y oficio ante un Nàstic dotado de clase y veteranía, que además no rehuía el choque, y que con el paso de los minutos pasó a dominar la zona ancha con dos volantes de lujo, con hechuras de Primera, David Sánchez, ex del Barça B o Albacete, y David Rocha. Precisamente este último empató un encuentro que puso en franquicia un robo de balón que Jito, que encaró a Reina, le dribló y alojó el cuero en la red. El campo enloqueció. Pero en el segundo acto, con una doble amarilla no señalada sobre el hercúleo Pablo Marí, que hubiera supuesto la expulsión del central (min. 63), en un claro agarrón a Jito, Rocha se internó en perpendicular por el balcón del área, se acomodó el esférico y lo engatilló lejos del alcance de Raúl Domínguez, un gol de bandera. Apenas seis minutos después, error del Alberto en la frontal y Quero, que había salido de refresco, se fue por piernas y rubricaba el segundo. Demasiado castigo, cruel final. El River, ya desorientado, y el Nàstic tirando de galones, dejaron pasar los últimos minutos sin apenas balance ofensivo: alguna tangana, calambres de los catalanes y la esquiva realidad de toparse con que resultaba imposible anotar dos goles. "Un gran año, un gran club, un gran equipo, una gran afición, un auténtico orgullo, gracias", clamaba Jito al final del choque. Razón no le falta al pichichi de la categoría. Alineaciones: Raúl Domínguez; Resines, Alberto, Esnaola, Bingen; Guerrero, Urkizu Hernáez, Diamanka; Gerardo y Jito. También jugaron: Álex García y Aketxe. Nàstic: Reina, Juanjo, Campos, Marí, Verdú; David Sánchez, Rocha, Lago Júnior, Rubio, Cuevas y Marcos. También jugaron: Molina, Piojo Hdez y Quero Goles: 1-0: Jito Silvestre (min. 38) 1-1, Rocha (min. 71) 1-2, Quero (min.76). Árbitro: De la Fuente Ramos (Castellano-leonés). Amonestó por los locales a Alberto y Urkizu, y a los visitantes: Juanjo, Verdú, Marí y David Sánchez. Estadio: Las Llanas: 6.000 personas.