Movilla, que destaca siempre por sus informes pormenorizados de sus rivales de turno, matiza del Teruel que se trata de “un equipo tremendamente peligroso en situaciones de contraataque y fuerte a balón pasado”. En este sentido, avisa que el Leioa se atará los machos: “Intentaremos contrarrestarlo y hacer una buena labor”. El técnico azulgrana que trata de modelar un equipo diezmado por las dichosas lesiones y vapuleado en Lezama 5-1 con un equipo de circunstancias, alineando a tres juveniles (Iván, Medrano y Endika), por el meta de priorizar precisamente el choque de Copa: “Soy entrenador del club y es una situación que la puse previamente en conocimiento del club, de cómo estaba el equipo, de cómo vamos a tener que afrontar en quince días cinco partidos (con la defensa en cuadro) con efectivos que no están en buenas condiciones por las lesiones”, lanzó en Radio Popular. Pero la Copa es otra historia y se harán fuertes para intentar lograr el botín de un Primera Champions en sucesivas entregas: “Muy ilusionado por el concepto económico (20.000 euros si pasan) y por el prestigio del Leioa como club, un escaparate. Es una competición diferente que genera ilusión, si lo es para el Athletic imagínate para nosotros”, reitera. Una pretemporada quebrada sin el propósito de optimizar los conceptos de juego que pretendía David Movilla, lastrado con daños colaterales que todavía colean: Larrucea tiene para mes y medio al operarse esta semana del mensisco, Alaña en una semana estará a disposición del equipo, Aitor Córdoba jugó con un entrenamiento en Fuenlabrada, Oier Barrado, con una fascitis, algo similar y Ormazabal, recién aterrizado el 31 de agosto, llegan a “la competición sin haber entrenado”, lamenta el técnico de Romo.