Romero asegura que “no entiende” la decisión de Boluka, sosteniendo que eran reconducibles las relaciones entre entrenador y secretario técnico. “Si alguien dimite, no tengo más remedio que aceptarlo”, remacha, definiendo funciones, que el técnico es “el que decide los jugadores” y el secretario técnico es “el que tiene que ayudar a conseguirlos”. Boluka se quejaba de falta de respaldo del presidente. Romero se defiende: “Cuatro veces antes de firmar ese papel de dimisión le insisto en que se está equivocando y que a partir de la firma no había vuelta atrás”. Se escuda en “diferentes caracteres” la viciada relación de sus dos hombres fuertes, pero “esto es un puesto de trabajo y no con todo el mundo puedes ir a tomar cañas. Se podía haber mantenido la relación”. Al tener la plantilla cerrada desvela que no será cubierta la figura del secretario técnico. Para zanjar el tema subraya que desea “agradecer su magnífico trabajo de Boluka y desearle toda la suerte del mundo”. Romero reconoce que Intxaurraga era su hombre: “Sí, lo tenía muy claro, sólo me reuní con un entrenador, él, cuando decidimos que el ciclo de Zurimendi se había acabado”. Era la primera opción, la segunda Sarriugarte. “Nos reunimos con él y decidimos que era la persona adecuada para ocupar el banquillo del Barakaldo; de momento el tiempo nos está dando la razón”. Sobre la otra fuga, la del vicepresidente, Rodro Domínguez, reitera que “es un golpe durísimo, pero no queda otra que seguir para adelante”. Afirma que le “sigue enseñando” y que continúa muy “cercano al Barakaldo” desde la sombra, comentó en la tertulia de Onda Cero. “Ha sido imposible convencerle para retenerle, es muy cabezón”, desvela el presidente gualdinegro. Ya en el plano deportivo, Romero, barakaldés de pro, admite que “no se puede pedir más a este inicio liguero. Estamos encantados, tres victorias y un empate en Liga, en la Copa vivos”. La misión es diáfana: “El objetivo es el playoff y luego puede pasar cualquier cosa”. La profesionalidad que se propugna este curso entre la plantilla la matiza el presidente: “Que se entrene por la mañana, con dedicación exclusiva, no quiere decir que tiremos la casa por la ventana en los sueldos”, en un presupuesto del Barakaldo que ha crecido gracias al remanente conseguido por las gestiones de las últimas campañas, que se ha invertido en apuntalar el plantel. El coste de la primera plantilla, robustecida, ha subido en 20.000 euros más, aunque repartida en una lista más escueta de 19 jugadores: “La media de sueldos ha subido bastante, pero económicamente vamos a gastar lo que tienes, sin volverte loco”. Faltó la guinda de Mario Barco en calidad de cedido del Bilbao Athletic: “Nos habría gustado un cedido del Athletic, no ha podido ser y hemos fichado a Txema Pan”, tildando las relaciones con Ibaigane de “más que estupendas”. Supone su último año de mandato, pero no suelta prenda sobre su posible reelección: “Veremos si seguimos o no, veré las fuerzas que me quedan y decidiré”. De momento prepara el 'Día del txiki' coincidiendo con el partido matinal de Lasesarre ante Las Palmas B.