Sobre el césped sintético de Gobela se miden este sábado (17 h.) dos amigos, ex leones y ex compañeros de fatigas en el viejo San Mamés, pero 17 kilómetros más lejos y dirigiendo a sus respectivos equipos asfaltando sus primeros capítulos como entrenadores. Arenas-Erandio, o lo que es lo mismo, Bolo-Tabuenka, en luchas diferentes.
El Erandio necesita imperiosamente la victoria. Recién ascendido tras purgar en División de Honor, su arranque de Liga fue volcánico, a domicilio no perdió en la cuatro primeras jornadas, encadenando un empate y tres victorias, la última en Gernika por 0-1 el pasado 4 de octubre. Desde entonces, ya hace dos meses y medio, se ha desplomado hasta los puestos de descenso con diez derrotas consecutivas y un bagaje de dos goles a favor y 19 en contra. Enfrente a un Arenas que preside la cima de la Tercera División vasca sin dejare margen de maniobra al resto. Dos equipos en circunstancias equidistantes y con plantillas de distinto calibre, en el que la emoción se trasladará también a la banda. El equipo pilotado por Jon Pérez Bolo despejó dudas con una abultada y merecida victoria ante el Beasain, con un Javi López imperial anotando dos de los goles ante el segundo clasificado. Se rompía así la racha de cuatro partidos sin ganar (dos empates y dos derrotas) y la de cuatro partidos sin dejar la puerta a cero, base del éxito del líder de Tercera. Un Arenas, que busca el ascenso a Segunda B después del excelente playoff del curso pasado, que adelanta en tres puntos al Portugalete y ya en cinco al Beasain, que es tercero y siete al cuarto, Gernika. El Erandio, por su parte, ocupa el puesto 18 dilapidando su notable arranque liguero y con el Basconia, que le precede en la clasificación, a cinco puntos. El equipo de Tabuenka, no obstante, compite y no se resiste a vegetar en el sótano de la tabla.