Oskar Tabuenka se afana en enderezar el rumbo de un Erandio que se resiste a dejarse llevar en Tercera: "Estoy seguro de que la temporada va a terminar bien. Para mí ha sido un máster en todos los sentidos", se sincera sumergido en pleno trabajo psicológico para convencer a su tropa después de superar una racha diezmado por una docena de partidos perdidos. "Lo bueno es que hoy el equipo confía en que va a salir de abajo". Una muestra, perdiendo 4-2, empató este domingo a cuatro en el descuento ante el filial del Alavés.
En categorías inferiores al mando del Danok, tres años en el Somorrostro y en el Erandio, en División de Honor, estaba acostumbrado "a pelear por objetivos de arriba, en el Somo nos quedamos en puertas del ascenso y el año pasado subimos con el Erandio". Este curso le resulta, evidentemente, más duro y "distinto a nivel de vestuario, de cómo es todo por fuera". Agradece que la plantilla no haya bajado "en ningún momento" los brazos, que el club ha "confiado" en su trabajo, sabedor del bajo presupuesto y la manera atropellada de ascender sin margen de maniobra para demasiadas plantificaciones. "Cuando las cosas van mal la cuerda siempre se rompe por el mismo sitio, pero el club ha tenido claro que yo tenía que estar y yo no voy a tirrar la toalla hasta el final", refleja orgulloso en Radio Popular un técnico de raza, destilando la misma energía que cuando defendía con gallardía el área del Athletic y del Compos. El ex central de Otxarkoaga explica que percibe un evidente "cambio de tendencia, no estamos jugando ni mejor ni peor que hace un mes, pero sí de resultados". Tabuenka reitera que "el equipo estaba haciendo méritos para ello y ahora esa fortuna que nos faltaba le va de cara, el equipo está ilusionado y confiado en salir de abajo".