Manu Calleja: "A partir de ahora sólo voy a hacer lo que me guste"

El ex técnico de Portugalete y Balmaseda, Manu Calleja, que se quedó en puertas del ascenso a Segunda B con el Conquense a manos del Mutilvera navarro, se enrolaba en verano en el Al Nasr de Omán para dos campañas. Un destino exótico para prolongar su carrera de entrenador en Dubai, en los Emiriatos Árabes, con quienes mantenía contactos de experiencias anteriores, pero que quedaba truncado hace algunas semanas por un desprendimiento de retina del que felizmente, tras un arduo postoperatorio, va sanando.

Calleja, que vive en Beranga, abandonó el Balmaseda en verano de 2015, dejando su sello en La Baluga, con sus actuaciones brillantes de la Copa Federación y colando en el mapa al conjunto encartado. Después, quedando campeón de su Grupo castellano de la Tercera División le llegó la oferta mareante de Omá. A sus 41 años, inquieto y comunicativo, Manu Calleja se suelta para ElDesmarque Bizkaia, como técnico vocacional que es con experiencias anteriores en puntos cardinales tan equidistantes como Noja, UD Logroñés, Camerún y Arabia Saudí.
- ¿Por qué regresó de Omán con tanta antelación?
- Por el informunio del desprendimiento de retina y por la situación personal que era grave, en el extranjero y la mejor solución era rescindir el contrato y venir a operarme a España.
- ¿No hubo ningún problema con el Al Nasr como se había insinuado?
- No, no, el único problema era que no me dejaban salir porque pensaban que era una excusa para formar por otro club. Más bien al contrario. Con ellos de lujo, en los dos meses que estuve allí estuve genial. Si las condiciones físicas fueran normales estaría entrenando allí ahora mismo.
- ¿Para cuándo se plantea ponerse el chándal de nuevo en un banquillo por aquello de su recuperación total del ojo derecho?
- Estoy ahora en esa fase que te dan al alta médica, y me estoy incorporando a la vida normal. Poco a poco, una vez que físicamente me encuentre bien, en cuanto me surja la posibilidad no puedo decir que no.
- Tras esas tres aventuras extranjeras se decantaría ahora por un equipo del entorno, me soplan, sobre todo del fútbol vasco o cántabro. 
- Fundamentalmente me gustaría estar cerca de casa porque ha sido un susto importante, también por el tema familiar, tengo que priorizar ese asunto de estar cerca de mis padres, que son mayores y no salir muy lejos.
- Alguna vez ha expresado que Calleja sólo es feliz entrenando... 
- Sí, desde luego. El rato más feliz del día son las dos horas en las que estoy entrenando en un campo de fútbol, o preparando los entrenamientos. El fútbol para mí es una pasión, es lo que me hace feliz y una de las cosas que me ha ocurrido con este problema físico (muchos días en reposo y encerrado en su habitación) es que he tenido mucho tiempo para pensar. Una cosa que ha aprendido es que a partir de ahora sólo voy a hacer lo que me guste. La vida se hace corta y hay que aprovecharla. Entrenar es una vocación y una pasión y hay que seguir ponerla en práctica.
- ¿De qué se ha dado cuenta en este tiempo alejado de los terrenos de juego?
- Que tengo más amigos de los que pensaba y que la vida hay que vivirla y disfrutar al máximo y que no se puede planificar el futuro. queremos correr mucho y lo importante es mañana y poco más.
- De momento, ver fútbol y reciclarse en este periodo transitorio. 
- Sí, sobre todo porque el año pasado al estar en Cuenca espié Segunda B de los Grupos de abajo y la Tercera manchega y más allá que estás en contacto con técnicos, pues ahora a ver fútbol en Cantabria, ver la Tercera vasca, del Grupo II de Segunda B, vamos, lo que me gusta. Es más fácil que me encuentres en un campo de fútbol que en un bar.