Alex Txikon lleva a dos días ingresado debido a las secuelas del desafío del pasado sábado frente a Mikel Larrañaga en la plaza de toros de Azpeitia. El lemoarra se tuvo que retirar de la prueba exhausto por el esfuerzo y con una hipoglucemia, según le diagnosticó el doctor Iñaki Arratibel, aunque el alpinista no se muestra de acuerdo con esa opinión y a punta a una deshidratación severa.
"Al final se han complicado un poco las cosas. Llevo dos días ingresado en el hospital haciendo pruebas, pero hoy, seguramente, me den el alta. Muchas gracias por vuestra preocupación. ¡Sois los/las mejores!", ha escrito el montañero vizcaíno en su cuenta de Instagram.
Posteriormente su equipo de comunicación ha informado que este mediodía le han dado el alta hospitalaria "debido a la clara mejoría de su estado de salud en todos los parámetros analizados, con los indicadores ya totalmente normales y recuperados, aunque le han recomendado descanso, tranquilidad e hidratación".
También señalan que el de Lemoa ha escrito un texto durante su estancia en el hospital en el que además de pedir perdón por los errores cometidos cuenta cómo vivió su preparación previa, su "dramática" evacuación al hospital tras sufrir un grave cuadro de deshidratación que derivó en una importante insuficiencia respiratoria, "que no hipoglucemia como dijeron algunos el sábado en la plaza", que puso en serio riesgo su vida. Txikon y Larrañaga se había retado en el coso azpeitiarra a levantar 20 veces una piedra de 100 kilos, cortar diez kanaerdikos, en el caso del vizcaíno, y doce en el del guipuzcoano antes de acabar con una carrera a pie alrededor de la plaza de 7,5 kilómetros. A falta de algo más de dos kilómetros el montañero se retiró y su rival pudo acabar, llevándose los 12.000 euros en juego, aunque lo hizo también visiblemente agotado, andando y dando tumbos.
El texto íntegro del montañero es el siguiente:
DONDE CASI TODO SE ACABA En medio de Azpeitia, dentro de la ambulancia, a punto de que mi vida se apague, pregunto a Andoni Ormazabal una y otra vez: Andoni, hiltzen ari naz!! Andoni hil ingo naz?? Mediados de marzo. Aún nos encontramos en Nepal; ya rondan en mi cabeza nuevos retos y sobre todo pienso que volveremos a intentar el Everest. Es aquí, donde nace la idea del desafío que celebramos el día 1 de julio. Según llego a casa, rueda de prensa. Una bienvenida que no nos merecíamos y seguido me pongo manos a la obra: La aizkora es mi pasión! Llamo a Mikel Larrañaga y le propongo el desafío. Acordamos la cita y cerramos el trabajo a realizar: 20 alzadas, al cilindro viejo de 100kg, 10 troncos de 125 cm yo y Mikel 12 , y 7,5km corriendo. Por fin tras 7años tras la última apuesta, por aquel entonces contra Joseba Otaegi. De nuevo revivir la sensación de jugar otra apuesta. Eso conlleva a dejar de lado muchas cosas y centrarnos en los entrenamientos. Yo elegí la apuesta y por tanto he sido consecuente y he dejado a un lado muchas otras. Cosas, que seguramente eran más importantes. Pero a mí me mueve la pasión y tras tres largos e intensos inviernos me hacía muchísima ilusión. Empezamos con 67 kg y los primeros entrenamientos, levanto en Orio con Joseba Ostolaza la piedra, justo, justo, en el Aizkoraen Arraño con Bihurri y Mendieta. Enseguida se une Esther Cruz para la preparación de la carrera. Pufff, lo que tenemos que mejorar!! Qué torpe soy!! Pero lo que sí sé es que pongo todo mi empeño en cada entrenamiento. Entrenamos seis días por semana, descansamos uno. El primer mes entrenamos en Arraño y de ahí en adelante empezamos a hacer dos y tres entrenos en la plaza de toros de Azpeitia. Seguimos con la misma regularidad de entrenos mejorando muy tímidamente, eso sí dándolo siempre todo. Se unen Beltza, Eneko, Mikel, Tedi, Arri ... y muchos y muchas más ... Gracias de todo corazón a todas ellas y ellos por estar ahí, y creer en mí, sin vosotras y vosotros hubiera sido imposible. Nos presentamos en las últimas semanas y me encuentro mejor; lo he dado todo y empiezo a ganar confianza; al final el sufrimiento tiene su recompensa. Día 1de julio; a punto de comenzar la prueba; un minuto de silencio, por nuestros amigos Alberto y Mariano. Joer qué mala fecha!!! La verdad que cuando sucede, nunca es buena fecha... Ultima alzada de calentamiento. Mikel trata de buscarme con la mirada para asustarme, pero no lo consigue; es más, me avergüenzo del teatrillo. Mi primer error: seis días antes tras no poder ni tan siquiera incorporarme de la cama me hago unas placas y nos diagnostican dos fisuras en fase de consolidación. Se lo comuniqué a Mikel para que avisara a la federación porque no tenía claro si podría salir a la plaza tras toda la semana en médicos y deliberando la presión por no decepcionar a la gente que me ha apoyado. Tras tantos entrenos, tantas horas, dedicación, buenos y malos momentos, decido salir por ellas y ellos. Y por no cancelar la prueba y decepcionar a la afición de posponer la apuesta. Si la hubiéramos pospuesto nunca se hubiera celebrado: un mes de recuperación, de nuevo a entrenar desde cero; en fin las fechas no me daban. En estos momentos, lo mío es el monte, no los herri kirolak. El 1 de julio no debí salir a la plaza con dos costillas fisuradas. La presión me pudo. Suena el silbato. Primera alzada y el dolor no es tan fuerte gracias a Andoni Ormazabal. Novena alzada, voy muerto. No me entra aire. 15 alzadas me duele mucho; levanto el cilindro con mucho miedo; noto al juez al lado, y sé que no me van a pasar una. Joer!, un nulo!!, Finalmente 21alzadas, 20 de baleko. Acabamos prácticamente a la par. Bueno Alex no vas mal, para ser un ‘kiskaiu’ comparando con Mikel. Ahí vas, pero ha sido muy doloroso! Empezamos a cortar y bueno poco a poco, ganando confianza, voy recuperando. Tres nudos y el juez no da ningún respiro; siguen en su línea. Era lo esperado. No bebo nada. Acabamos de cortar y Mikel nos lleva 5 vueltas de ventaja. Cada hachazo era un dolor terrible pero aguantamos. Fue muy duro el no poder respirar pero bueno, Alex ahí le tienes. Salgo demasiado rápido; yo no era consciente de la situación. Segundo error: la falta de hidratación. Hasta que no me derrumbé en la vuelta 58, no bebí nada. Doblamos a Mikel en tres ocasiones; algo va mal: ya no puedo respirar; caigo. Me he caído. Tan solo recuerdo que quería que acabase. Sentí que estaba en el Coliseo y todos jaleando, esperando que el león me devorara. Antes de caer pedí perdón a toda la gente que se acercó por mi patética actuación. Siento vergüenza de mis tomas de decisiones pero no tengo miedo en contar la verdad ya que de nuestros errores aprendemos. Me llevan en volandas al vestuario y joer qué pena, pienso. He decepcionado a todas y todos los que han estado ahí y al público. Qué tristeza!, Bueno, aquí se termina la prueba para mí. Me tienen de pie. Veo rostros conocidos. Pido el oxioximetro. Me siento algo mejor, pero no sé qué pasa; estoy que casi no me tengo en pie. Joer, ya no siento ni los pies y apenas las manos; pido que me lleven al hospital. No me encuentro nada bien y no puedo respirar; me duele muchísimo … las costillas. Todo lo que sigue a continuación es verídico y ojala nunca se vuelva a repetir. La ambulancia está al otro lado de la plaza; toda una odisea para llegar a nuestro extremo. La ambulancia, por encima de la acera ya que nadie se percató en quitar los candados de los postes metálicos. Antes de llegar la ambulancia, no asustaros, mi pulso era de 20 pulsaciones por minuto y la saturación de oxígeno en sangre era de 68%! Parecía como un Bonito del Norte recién salido del agua!! Mientras el señor Arratibel se ha dedicado a pregonar su diagnóstico de una hipoglucemia, los allí presentes veían clarísimamente una deshidratación severa que había derivado en un grave cuadro de insuficiencia respiratoria. Me llevan en volandas de nuevo a la ambulancia; la situación es muy crítica en la ambulancia siendo obligatorio un médico durante la prueba. No eran sanitarios, tan solo conductores; siento los gritos de Andoni liderando la situación. Noto que me voy a morir, siento que esto se acaba. Algo no va bien; cuando más se necesita al médico, el señor Arratibel se esfumó; Quizás algún día fue una buena persona y un buen médico; le enviaré a su consulta unos rellenos de Bergara para la hipoglucemia, debido a la falta de entrenamiento. Antes de entrar a la ambulancia empiezo a llorar y sé que no me quiero morir aún. Me meten al revés. Recuerdo que cierran las puertas y me golpean las puertas en dos ocasiones. La máscara de oxígeno puesta y sin oxígeno!!! Me ahogaba, sí, sí, como una de esas películas españolas malas. Recorremos 200 metros y la ambulancia se detiene; no saben cómo se encienden las luces de dentro; abren las puertas de la ambulancia, ya que me estoy ahogando con la mascarilla y sin oxígeno. Gracias a que Andoni se da cuenta. Por fin empieza el oxígeno; lloro de nuevo y sé que esto se termina; el pulso no mejora, ni la saturación; Van a buscar al médico que no aparece nunca; La ama de Andoni es ATS en el hospital de Zumarraga. Andoni manda a buscarla; mi cuerpo empieza a convulsionar; sé que si pierdo la consciencia voy a morir; lo sé por tanto sé cuál es mi parte ya que Andoni, su ama, Lore, mi hermana y Leire harán el resto. Peleo, peleo, lucho por no morirme, en mover los pies, las manos, en tratar de respirar. Andoni me hace una prueba muy sencilla, de primero de carrera: un pellizco para medir la tirantez de la piel, conocida como turgencia; el pellizco, hace ver lo evidente, la deshidratación severa a la que nos enfrentábamos. Imposible ingerir líquido; su ama tratando de buscarme una vía; los conductores comunican que no hay suero ni sonda. Jon, el hermano de Andoni corre y corre hasta llegar al ambulatorio y le dan suero y una sonda. Mientras Jon llega con el suero y la sonda mi situación empeora. Sé que mi corazón se para; tengo miedo, mucho miedo; me pregunto qué habrá una vez muerto; siento un vacío tremendo; trato de pelear un poco más; Dejo de presionar la mano de Andoni. Él se percata y me colocan las placas y preparan el desfibrilador ya que mi corazón no aguanta más; la sangre es demasiada espesa, se preparan para lo peor, peleo, lucho. Hago mi parte, ellos hacen la suya, tras varios intentos fallidos. Andoni alumbrando con su móvil; consiguen empezar a meterme por vena suero. A punto de desfallecer, teniendo seguramente daños irreversibles, en 10 minutos me metieron un litro y medio de suero; Tenemos una pequeña recaída; recuerdo que sigo sintiendo pánico a morir; no dejo de decir que me voy a morir; ellos me engañan, me dan datos de mis constantes vitales (que no son ciertos) y mi hermana y Leire no dejan de hablarme en todo momento. Llega el momento que empiezo a darle la vuelta y a preguntar, “Andoni ya e naz hilgo ezta? Andoni ya e naz hilgo!!” El médico sigue sin aparecer; se esfumo, la gente recrimina su falta de profesionalidad, cuando más se le ha necesitado ... Estoy eternamente agradecido a los presentes en esa ambulancia gracias a ellas y ellos estoy vivo, mila mila esker!!. Gracias a ellos tuve la oportunidad que su hijo y hermano Xabi Ormazabal, no tuvo en el 2004; Me acordé de él; de Urtain, el tigre de Zestoa, y peleé por la gente que me quiere de verdad. Soy el único responsable de lo sucedido y tratare de aprender, de no sentir presión ya que los que de verdad me quieren no se hubieran sentido disgustados. No debí salir a la plaza en ese estado; me siento contento de seguir vivo; con mucho miedo. Aún no he quitado el susto y tardará en sanar: Poco a poco. Una vez más pido disculpas por mi falta de criterio y agradezco a los y las que me han ayudado, mi más sincero agradecimiento; El final de la prueba, cuando casi pierdo la vida, como podréis imaginar me importa más bien nada, pero he de sincerarme y recriminar la actitud de la federación de Gipuzkoa de Herri Kirolak ya que cuando sabían que estaba como el astado recién recibido el espadazo a punto de morir, prohibiendo terminantemente darme agua desde fuera, durante toda la prueba con la amenaza de descalificación, y al local cortar el primer tronco sin camiseta cuando está prohibido, acabar recibiendo ayuda externa, agarrándose, etc ... Por no haber, no había ni un médico que obligase a parar la prueba! Una vez más me trae sin cuidado el final de semejante ridículo pero la federación de Gipuzkoa de Herri Kirolak debería de hacérselo mirar ya que parece que tiene intereses propios! Evidentemente en estas condiciones ni Mikel ni yo somos ejemplos a seguir. Desde aquí animar a los aizkolaris a no participar en pruebas como éstas si no se normalizan o se actúa al menos con deportividad. No vivimos en la Edad Medía!!! Durante toda la fase de preparación he tratado de convencer a los y las cercanas a mí de lo que es una apuesta; he defendido la credibilidad, seriedad, y deportividad de las apuestas en las que he participado. Desde luego de ésta he de tragarme mis palabras. Desde el momento que se llevaron las maderas a la plaza, ha habido una falta de deportividad tremenda y una provocación constante; las apuestas son para ganarlas en la plaza; y en la mesa deberían de cerrarse con oportunidad para ambas partes. Eskerrik asko, barriro be barkamena, oain errekuperatzera ta askotan zankotrabatu gaituzte ta altxatu gara, ez da lehena ezta azkena izango, oraindik beldurra sentitan dot, baia pasako da ta irribarrea etorruko da