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Marqueta: Goian bego!

Kuitxi
Horrible despertar. Quizás el más espantoso de toda mi vida. Tres mensajes. Uno por wasap. Abro al azar y me encuentro con lo más terrible.. Una noticia que me lleva directamente a la página web del Club Portugalete..."Nos acaban de informar del Fallecimiento de Enrique Marqueta, solo  una maldita enfermedad ha hecho apagar esa sonrisa permanente de su cara. Exjugador y colaborador de la comisión de veteranos del Club Portugalete...".  Pincho el enlace allá donde habita un ex jugador del Portu, un socio, un jarrillero. Ander Solozabal, portugalujo y ex jugador gualdinegro exiliado en Madrid es el primero: "Hace menos de un año le vi en Benidorm. No parecía malo". Edu Riol, héroe, junto a Marqueta, de uno de los dos ascensos con Pernas, 'El Capataz': "Joder. Hace poco estuve con él y le vi muy bien. Era un buen tío conmigo"....  Se terminara llenando de mensajes mi wasap. Asís Martín, puesto al corriente, me traslada palabras de José Manuel Monje: "Monje te agradece mucho las fotos de ayer. También afectado por el fallecimiento de Marqueta, me dice. Un abrazo, Kuitxi".  Marqueta: 1974-1984. Diez años. Porque la edad de los futbolistas no se rige por el tiempo que va desde su nacimiento hasta su ocaso, en el caso que nos ocupa, sino por las temporadas en las que jugó en La Florida vistiendo la zamarra de oro y hulla.  Debutó en la 74-75. Coincidiendo con la llegada del fino central sestaorra Ramón Garai. Tras la marcha del verdinegro, comenzaría aquella época que habría de convertirse en legendaria: Donado y Marqueta, pareja de centrales que intimidaba a cualquier '9', o a todo extremo que osara trazar diagonales procurándose un mejor ángulo de disparo.  Central. Lateral, a veces. Para terminar asentándose en el centro de la zaga. Compartiendo equipo con futbolistas tales como Agirrezabal, Legorburu, Emilio, Santibañez, Lalo, Totorika, los hermanos Urtiaga,  Goyo, Andrés,  (el portero que relegaba a la suplencia a Arconada en la selección juvenil vasca), Aldai, Fernando Nuñez, Goyo, Pelé,  Tomás Casas, y, en especial, Esteban y Txutxi, sus dos mosqueteros junto a los que peleaba más allá de los terrenos de juego. Todos ellos, y este periodista que les escribe, 'Luis', que, partiendo en edad juvenil, y hasta la retirada de Marqueta  tras el ascenso a Preferente, tuvo el privilegio de vivir junto a él toda su carrera en el Portu.  Desde Donado-Marqueta...hasta Marqueta-Manzisidor. Desde la rudeza hasta la finura. Aquellos días de 'barro y rosas' nunca los olvidara Alberto Biota, triste, pero con humor y una sonrisa porque sabe que en aquel fútbol de sus inicios cualquier central que se preciara repartía leña: "Que patadas me pegaba; era un incordio para el, y me daba sin compasión, jajajaja".
 Marqueta, desde la cantera del San Pedro y su equipo 'mayor', pasó al San Vicente, para terminar saltando al 'Portu', el equipo del alma, el Club de su vida. El día que debutó en La Florida, compañeros y amigos le acompañaron con una pancarta plagada de ánimo y cariño.  Diez temporadas seguidas. Siempre titular. Cuando llegaron las vacas flacas, el permaneció. Cuando el equipo descendió a Primera Regional, él no se movió. Tenía ya 36 años. Pero andaba como una moto.. Sobrado. Portentosas condiciones físicas y una técnica aceptable para salir vencedor de tanta disputa, y poder dejar, así, a su equipo en la categoría en la que con el había debutado: Preferente...  Podría escribir un libro sobre él y conmigo a su lado. Pero esto es un periódico. Lo que me deje 'mi jefe' Asis...y siempre un poco más. El arte del engaño. El que Marqueta practicaba cuando los centrales rivales se sumaban al remate de los córners. En mi autobiografía, curiosamente, ando en aquel partido del campeonato de aficionados que nos llevó al Salto del Caballo para enfrentarnos al Toledo.   Se nos hizo de noche a costa del tardío despegue del avión desde Sondika. Viajando en autobús desde Madrid hacia Toledo el Athletic Club se quedó a un gol de aquella UEFA de Koldo Agirre y la maldita primavera del 77. Domamos al 'Caballo' en su 'Salto'. Pero en Almansa, el eterno rival del Albacete nos despertó de aquel sueño tan hermoso.   

Marqueta. Siempre Marqueta. Menos cuando sus 'intimos' Esteban y Txutxi le decían "¡Fatxeti!"en clara comparación y evidente homenaje al 'libero' del Ínter y de la selección 'azurra' de esa península que comienza muy alta en los Alpes y termina en su pie calzado con una bota...  Marqueta. Mi compañero. Mi valedor. Al que no le dolían prendas para abroncarme en pleno partido y pedirle al mister: "Cámbialo que la está liando y nos quedamos con diez". Marqueta y Mijares. Mil risas a cuenta del polémico colegiado. Marqueta y su insignia de oro. Marqueta y su firme compromiso. Marqueta... y un río de lágrimas que está inundando mis sentimientos y no me deja escribir... Marqueta: ¿Por qué me has dejado tan solo?  Hace tres o cuatro años lo recupere para mi causa. Le llamé. Quedamos. Le regale el CD con las crónicas de Kuitxi y empezamos a 'salir'. Los dos solos. Sin escopeta o carabina. Quedábamos en Urioste y recorríamos el bidegorri en su totalidad. Una tarde nos encontramos con Víctor Urtiaga. Yo me hice a un lado...y ellos dos se echaron unas risas.  Hoy, a medida que la noticia se expanda, la familia del Portu se empapara de lagrimas. Desde Donado, su primer escudero, hasta Gerar Manzisidor, el que partía de central para terminar situándose a mi lado, a la altura del centro del campo. 'Manzi' y Luis", musitara Manuel Varela Pernas cuando le sea dada la noticia. Luis y Marqueta. Aquella ultima cena en la que Marqueta se despedía del Portu y del fútbol luego de haber dejado a su Club en Preferente, categoría en la que lo había tomado. Marqueta, "el travieso Marqueta", como se refiere a el 'Kuitxi' en la primera entrega de la 'ASCENSIÓN AL MUGARRA'...  Era el bar de las piscinas de Edu Alda. Cena de fin de temporada para celebrar el ascenso a Preferente. Era el momento de los postres. Pernas, nuestro técnico, era llamado 'El Capataz' en el vestuario. Apodo que yo le puse por sus métodos espartanos. Calo tanto el mote que, he ahí a Marqueta elaborando un látigo con el material que tenía a mano. Un artista Marqueta. A continúacion, en un trozo de cartón escribió: "Al Capataz, con cariño, de sus peones".
Lo firmamos uno a uno y le regaló al mister la fusta y el cartón. Pernas no sospecho de Marqueta. Me miró: "Esto ha sido idea suya, Luis". Me encogí de hombros. Marqueta, una vez más, se había salido con la suya y sin tarjeta, amarilla o roja, de amonestación.  Años antes de su debut en el Portu, Enrique Marqueta había estado en mi casa. Su novia, la madre de su hijo Sergio, había ido a Dublín a perfeccionar su inglés, como  mi hermana Mari Carmen. No tenía noticias de Maite. Estaba muy preocupado. Yo, un crío, once años menor que el, asistía a aquel diálogo sin saber que aquel chico acabaría siendo titular indiscutible en un once en el que yo siempre partía de salida.   Hace no mucho me dio la noticia de la muerte de su padre, un hombre que caminaba hacia la centena paseando por el Kasko de Sestao. Esta mañana ha sido otro el que me ha enviado el 'enlace de su adiós'. Y es que vivir no es sino ir dándonos, golpe a golpe, la noticia de la muerte de los seres que más amamos.  Lo diste todo, 'Fatxeti'; no tienes nada que reprocharte. ¿Nos veremos algún día?

Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Periodista, montañero y exfutbolista del Portugalete

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