La ciudad de Bilbao se prepara para sacar una "nota de sobresaliente" en el desafío que supone la llegada de más de 100.000 visitantes con motivo de las finales europeas de rugby por clubes, que se disputarán los próximos 11 y 12 de mayo en San Mamés.
El viernes 11 se disputará a las 21.00 horas la final de la Challange Cup entre el galés Cardiff Blues y el inglés Glucester Rugby y el sábado 12, a las 17.45 horas, será la final de la Champions entre el Racing 92 francés y el dublinés Leinster Rugby. La disputa de estas finales traerá a Bilbao a más de cien mil personas, de las que el 40 por ciento serán vascos y españoles, el 30 % franceses y el otro 30 % británicos e irlandeses y llegarán sobre todo en coche privado (50 %), avión (28 %) y autobús (14 %).
Para atenderles las instituciones (Ayuntamiento, Diputación de Bizkaia y Gobierno Vasco) han organizado varias "fan zone", se ha reforzado el transporte público y se ha montado un dispositivo especial de seguridad. La principal zona para las aficiones se instalará en el Arenal, desde la tarde del jueves a la tarde del domingo, con múltiples actividades, conciertos y pantalla gigante para los partidos.
En los alrededores de San Mamés se creará otro zona de ocio, con txosnas, furgonetas de comida y un escenario solo para los periodos anteriores y posteriores a los partidos, mientras que en el parque Doña Casilda el Universitario Bilbao Rugby Club organizará actividades familiares relacionadas con este deporte desde el jueves al sábado. Los comerciantes y hosteleros de Deusto, Indautxu y el Casco Viejo también organizarán diversas actividades. En cuanto a la seguridad, el problema es la gran concentración de gente en un momento en el que se mantiene la alerta de riesgo 4 de amenaza terrorista, ya que las aficiones de los clubes de rugby "conviven de forma pacífica", incluso dentro de los estadios, donde no son separadas. Por ello, el dispositivo policial para los partidos será similar al de un encuentro de fútbol que no haya sido declarado de alto riesgo, según ha comentado el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, en la presentación.
En este ámbito el objetivo es no solo garantizar la seguridad, sino que los visitantes tengan la "sensación" personal de que no corren ningún riesgo. Para atender a los visitantes extranjeros, el servicio de emergencias del teléfono 112 se ha reforzado con operadores que hablan inglés y se publicitará el uso de las aplicaciones para móviles que permiten avisar de una emergencia al 112 sin tener que hablar y facilitan automáticamente la localización GPS. En el transporte, se ampliará el horario y las frecuencias del metro con 206 trenes más, de la línea 3 de Euskotren con 30 trenes, del tranvía con 75 servicios adicionales y el autobús de Bilbao al aeropuerto funcionará como un "carrusel" continuo y habrá mas autobuses de Bilbobus al camping instalado en El Fango y al aparcamiento de autocaravanas de Kobeta, que duplica su capacidad de 40 a 80 plazas.
También se refuerzan los aparcamientos disuasorios del BEC y de las estaciones del metro en Leioa y Etxebarri y se ha regulado la circulación de los más de 200 autobuses discrecionales que traerán y moverán después a los visitantes. "Es un desafío para la gestión de la movilidad sin precedentes en Bilbao y en Bizkaia, por el número de visitantes, de variedad de planes y de lugares de alojamiento, no es comprable a otros eventos celebrados en Bilbao", ha dicho el diputado vizcaíno de Transportes, Vicente Reyes.