La penúltima jornada del grupo cuarto de Tercera División, disputada en su totalidad en horario unificado (sábado, 18:30), sirvió para nominar el oro, la plata y el bronce; aplazar el cuarto puesto hasta el último partido, así como para señalar a la escuadra que podría verse arrastrada, y permitir que el resto pusieran en juego su honor en batallas de esas llamadas no cruentas por no utilizarse en ellas ni arma blanca, ni de fuego.
La 'Cultu', temerosa del acecho de su seguidor, imponiendo en Ibaia la ley del más fuerte, cantó jubilosa el Aliron porque se sabe dueña de su destino a una sola eliminatoria: 0-1, 76 puntos. Conoce, también, que su liderato le permite tropezar y levantarse para reengancharse a la guerra final de las las cuatro batallas. El Portu, que competía como segundo, no dependía de sí mismo para certificar su privilegiada posición, e incluso para asaltar la primera plaza, dueña de los de Durango.
La victoria de éstos les privaba a los de la Noble Villa del sueño de terminar primeros, pero, al ser el Alavés la víctima de los de Tabira, tan solo un punto necesitaban los jarrilleros para certificar el subcampeonato: empate en La Florida, a cero goles, punto conseguido, segundo puesto amarrado, lo que les permite viajar a Azpeitia con el 'equipo B' a fin de evitar bajas en su once de gala.
Hasta ese extremo llega el ansia del equipo que, una semana atrás, le remontara a un Beasain que, de ser líder durante un tramo extenso de la competición, ha visto, con pena y dolor, cuán de lejana queda aquella liga de la temporada pasada, cuando, en la última jornada, destrozó al Portu, elevándose los de Loinaz, cayendo a puestos innobles los de Ibon Etxebarrieta, míster que, el próximo sábado, debe colocar al Sestao donde su afición se merece: cuarto puesto. En clara oposición a la anterior jornada, en la que La Florida se medio llenó para ver cómo el Portu se vengaba del Beasain, La Florida atardeció desangelada. "Las tardes de sábado no son para el Portu", le confesaba José Gallastegi al Desmarque Bizkaia, "la gente está muy arraigada a la matinal de los domingos". Habrá que pensar que el primer partido de play off que se dispute en La Florida será en domingo, y por la mañana.
De ser así, como se espera, mil, dos mil, y hasta tres mil almas se darían cita bajo el cerro de Kanpazar para empujar al Portu en su lucha por recuperar la Segunda B ganada hace tres cursos y pérdida de seguido. Ezequiel Loza, entones; Carlos Docando, ahora, como antes de la llegada del técnico cantabro lo fue, Alzira y Pontevedra fueron los verdugos gualdinegros a las primeras de cambio. El empate a cero goles premia el ardor morado a la hora de defender su portería como si lo que protegía su extraordinario guardameta fuera Numancia, o Sagunto, o Masada, o simplemente el orgullo de los que esa tribu que, nacida junto a su puerto pesquero, no quiere perder su viejo sabor de aldea tan cantada. Y es que, tanto empeño puso en no salir derrotado, que logró convertir en héroe a su arquero, en mítica a su defensa, en aliada a Fortuna y Ocasion, diosas que del mismo modo que al Santurtzi le sonrieron, al Portu le dieron la espalda de manera descarada. De una primera parte de poco nivel, pero nivelada, de errores no forzados e imprecisiones, de escasas oportunidades claras de gol, se dio paso a una segunda mitad en la que los de Docando pusieron cerco a los de Aketza, El 'Sitio morado' en la portería de los goles. Meta que parecía sellada. A cal y canto cerrada. No había manera. Por la derecha. Por la izquierda. Por el centro. Por tierra ( mimado césped), por aire. En juego y en estrategia.
Con la bota y de cabeza. El portero. El larguero. El poste. La escuadra. Gabri, Infante, Arbeloa, Bonilla, Dorrio, el poderoso Cubería, que, a la finalización del choque, y a pesar de que su equipo ya era segundo de manera irremediable, habría de manifestar a ElDesmarque que "la alegría no es completa porque se trataba de un Derbi que queríamos ganar más allá de que el empate nos terminara sirviendo para amarrar la segunda posición desde la que partíamos"... ¿Ambición?...Sí. A uno no se le ocurre otro objetivo no cumplido que explique, y justifique, que 'los de oro y hulla' se terminaran perdiendo de la vista del respetable luego de saludar tímidos desde el centro y caminar como cabizbajos en busca de los vestuarios. La Florida, en lo que a su afición se refiere, no llegó a festejar nada. Incluso hubo quien mostró su malestar tras el pitido final: "Incapaces de ganar este partido al Santurtzi hemos sido; mala pinta tiene la cosa de cara al play off".
Rara. Extraña. Difícil de entender esta afición que no sube a La Florida "por jugarse el partido en la tarde del sábado y no, como es costumbre arraigada, el domingo a la mañana; o porque la directiva que preside Edu Rivacoba (única 'plancha' presentada a las elecciones) "declaró el partido como 'Medio día de ayuda al Club". Luego de que todo se haya consumado para los de Carlos Docando, quedando la salida a Azpeitia como un trámite del que se espera que no cause daños, y poco más, la historia ya ha convocado a una afición que se multiplica por tres cuando llegan las grandes citas. El socio, el aficionado, el que está con hambre de emociones fuertes, todos ellos, y ellas, esperan el sorteo de los cruces como si del bombo pudiera salir el número de una lotería que los convirtiera en millonarios.
Así es el Portu: el único equipo que, hasta el momento, ha sido capaz de llenar hasta la bandera el coqueto estadio de Lasesarre: ¡Aquella mágica noche de 2008 en la que el Portu, recibiendo al Valencia de Unai Emery, rivalizó de tú a tú con un Athletic Club que a la misma hora de la noche se media al 'Recre' en San Mames. Y es que, ya lo dijo con motivo del 75 aniversario mi compañero Julio Flor: "Portu: ¡demasiada historia para rendirse!".
Por Luis María Pérez, Kuitxi. Periodista y exfutbolista del Portugalete