Tras intensas reuniones, por fin echó a navegar la ACT, un nombre que lo acuñó Carlos Izar reflejándose en el modelo de la Asociación Clubs de Baloncesto (ACB). Una ACT que fue fundada por los clubs gallegos de Mecos, Tirán y Cabo; por las cántabras de Castro, Pedreña y Astillero; las vizcaínas de Urdaibai e Isuntza; y las guipuzconas de Orio, San Juan, Hondarribia y Zarautz. Esta primera Asamblea designó a Koldo Díaz como primer presidente de la ACT. Tras esta Asamblea, y dado que cuatro días después arrancaba la competición, se comenzó a altas horas a diseñar el calendario para poder así el día 6 de julio tener la primera regata en aguas de Castro, con la disputa de la Bandera Ono.
Pese a que el proyecto nació con fuerza y con una necesidad clara, el escepticismo de la viabilidad de este proyecto era patente, pero el buen hacer de los clubs y la gran familia que rodea a esta Asociación ha permitido que la ACT haya alcanzado cotas cada vez más altas a lo largo de estos años.