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Los armeros ya están en marcha

Sergi Enrich haciendo el reconocimiento médico (FOTO: EIBAR)
Redacción

SD Eibar 2018-19 ya está en marcha. Los armeros han comenzado la pretemporada con los pertinentes reconocimientos médicos.

De cara a una pretemporada intensa, que pasa por los próximos encuentros ante el Tudelano (17 de julio) y la Real Sociedad (20 de julio), y antes de partir hacia la concentración en Kössen, en el Tirol austríaco, la plantilla del primer equipo de SD Eibar ha comenzado este lunes a realizar su reconocimiento médico de alta competición en la clínica vasca IMQ Zorrotzaurre, con el fin de verificar su estado de salud y su rendimiento deportivo.

Parte de la plantilla de José Luis Mendilibar ha realizado los reconocimientos durante la jornada de hoy. Mañana hará lo propio el resto de los jugadores. Así, ya han pasado por la unidad de Medicina Deportiva de la Clínica IMQ Zorrotzaurre Paulo Rodrigues de Oliveira, Alejandro Gálvez, Markel Areitio, Pedro León, Sergi Enrich, Asier Riesgo, Iván Alejo, Joan Jordan, Tiago Dias, Christian Rivera, Pere Milla y Alain Ribeiro.

Para mañana está previsto que acudan Enrique García, Anaitz Arbilla, Jordi Calavera, Charles Dias, José Ángel Valdés, Rubén Peña, Iván Ramis, Yoel Rodríguez, Alexander Mesa, Gonzalo Escalante, Fabián Orellana y Pape Diop.

Los armeros han sido atendidos por los doctores Pablo Aranda, especialista en medicina deportiva de IMQ, el doctor Zigor Madaria, cardiólogo de la aseguradora vasca, así como distintos profesionales de los Servicios Médicos de SD Eibar que han realizado pruebas complementarias.

Los jugadores del Eibar pasan el reconocimiento médico (FOTO: EIBAR)

Desarrollo de las pruebas

El reconocimiento médico de alta competición ha incluido múltiples aspectos. Así, se ha llevado a cabo una valoración cineantropométrica (peso, altura y pliegues).

Después, se ha practicado la valoración en reposo de los jugadores (auscultación cardiaca, auscultación pulmonar, electrocardiograma en reposo y tensión arterial). El siguiente paso ha consistido en la realización de una ecocardiografía (una ecografía del corazón) a los jugadores, con el fin de ampliar el estudio y detectar algunas de las cardiopatías que pueden pasar desapercibidas en la exploración, el electrocardiograma y la prueba de esfuerzo.

Los armeros han realizado, a continuación, la prueba de esfuerzo máxima con lactatos, para identificar el nivel aeróbico y anaeróbico de cada jugador, algo útil para poder programar mejor las sesiones de entrenamiento.

A continuación, se ha dado paso a una valoración isocinética, que permite medir la fuerza muscular que es capaz de ejercer un jugador durante un movimiento determinado y a una velocidad constante. Esta prueba se emplea para evaluar el riesgo de lesión de los jugadores desde un punto de vista muscular, así como la efectividad de los programas de rehabilitación y entrenamiento.