El legendario alpinista Reinhold Messner, galardonado el viernes en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes junto al polaco Krzysztof Wielicki, subrayó en Bilbao que el alpinismo "no es solo el acto de subir a la montaña", sino que también "es muy importante la narrativa".
"Si no se conoce lo que ha ocurrido en los últimos 250 años, no se conoce el alpinismo. Lo que se vende ahora es el producto", apuntó Messner durante un encuentro con los medios de comunicación antes de la conferencia que ha ofrecido en el Palacio Euskalduna.
Invitado por Alex Txikon, el considerado como uno de los más grandes alpinistas de todos los tiempos, ofreció una charla bajo el título "El encanto de lo imposible" coincidiendo son el 40 aniversario de su pionera ascensión al Everest sin oxígeno.
Messner, que llegó acompañado del escritor y periodista también italiano Sandro Filippini, aseguró que lo pasó "muy bien" y disfrutó "mucho" en la ceremonia del Teatro Campoamor. "Era gente estupenda y las intervenciones fueron muy impactantes. Fue un evento muy bien organizado, nunca he visto una organización de este tipo y he estado en muchos lugares del mundo. Estoy muy agradecido de haber recibido este galardón", señaló sobre el Princesa de Asturias.
Firme defensor del alpinismo tradicional, Messner recalcó que "no es lo mismo alpinismo que deporte o turismo" como define a muchas de las actuales expediciones a las cimas del Himalaya. "El alpinista trata de sobrevivir y va donde debe de ir, si es inteligente, y después de tiene que intentar volver sano y salvo. Siempre ha sido así. No es lo mismo el alpinismo tradicional que el alpinismo de la pista. Hacer turismo es legítimo, no es negativo. Pero eso no es alpinismo tradicional", recalcó Messner.
"En primavera la gente va a hacer una pista que ha financiado. Viene el cliente que ha pagado por un producto. No es tan importante el proceso ni cómo lo hace sino lograr el producto que ha comprado, que es la cima. Tiene que a llevarme a esa cima que es lo que comprado", incidió.
El montañero añadió que la esencia de la actividad en la montaña como él la entiende "es la suma de peligro, dificultad y altura". "Por ejemplo, el Everest sin oxígeno en invierno es imposible. Ese es el ejemplo de la dificultad que tiene. Y cuando se llega se merece el aplauso del mundo porque ahí no se puede preparar pista", insistió.
Messner añadió que "el alpinismo de exploración se ha acabado" porque "no hay nada más que explorar". "El satélite lo ve todo. Existen muchos estudios por hacer, pero el alpinista va a cambiar lo imposible en posible", dijo. "Lo que hacen los jóvenes es un deporte muy bonito, como Kilian (Jornet). Si está contento así soy el primero en aplaudir, pero a mí no me interesa. En mis libros no existe", apostilló.