El primer aviso se lo dio el destino a las 14:30 en la localidad lucense de As Nogais, término municipal en el que el autocar se quedó varado a consecuencia de una avería que no se pudo reparar.
"El desembarco de Lopetegi en el Real Madrid arrastra su propio pecado original. La traición. Florentino Pérez tentó al entrenador con la manzana blanca, y la selección española, que entonces parecía un paraíso, se convirtió en una especie de infierno (como el averno, pero con menos espíritu y peor organización)..."
Volviendo a 'La Region', ya en su sección deportiva, el periodista desnuda su indignación con una mentira encubierta: "El Paiosaco se niega a jugar en O Barco". Como si el fútbol les hubiera dejado de gustar de repente. "El equipo coruñes decide no disputar su partido tras una avería en el autobús". Como el rechazo visceral a lo más hermoso. "El equipo barquense facilitó al Paiosaco equipaje y botas para la disputa del partido, pero los de A Laracha se negaron a jugar". Como si los de Leston se hubieran dado cuenta de que "los reyes son los padres" y les hubiera entrado un berrinche.
"Equipaje y botas para la disputa". 'Generosidad' que Juan Riveiro, técnico del Paiosaco, desgrana en lo oscuro de la noticia: ..."Nos dejaron equipajes, botas y espinilleras, pero las botas, en mal estado y de goma y solo siete pares de espinilleras, ante lo cual nos negamos a salir al campo".
Nilo Ramos, presidente del 'ex equipo del ex portero del Portu Pepelu Villar' (actual guardameta del Formentera), el Barco, justifica su enojo diciendo que "hemos suministrado al rival el material que hemos podido reunir". Faltaban diez minutos para las 20:00. "Con nuestros jugadores ya listos, el equipo visitante decidió que no jugaba y el partido fue suspendido definitivamente".
Equivocada e injusta valoración, entiende uno. Quizás porque el bueno de Nilo no haya sido futbolista antes que presidente. "Fue una pena (sin duda, mandatario; también lo fue para mí, que me quede sin fútbol en O Barco)...porque había mucha gente en el campo". 600 almas en concreto. Muchas de las cuales, presintiendo la suspensión, habían volado ya a través de un cielo que descargaba lluvia "en una tarde de perros: tuvimos que devolverles el dinero de las entradas".
Para el cronista de 'La voz de Galicia', "El partido de Calabagueiros", tal vez porque era Galiza la que estaba en juego con el concurso del equipo de una parroquia coruñesa de A Laracha, y no sólo Ourense con 'su Barco', "no se jugó por un problema en el bus del Paiosaco".
Como una asamblea para informar a los socios resultó el partido 'frustrado'. A las 18:30 en primera convocatoria. Horario forzado por el partido del Camp Nou. A las 20:00, en segunda. No hubo quórum.
Con el poso que deja el tiempo al huir, uno piensa que la avería sufrida por el autocar se debió a una 'intervención diabolica'. Cerbero, ante la puerta de la 'bodega' para que no haya Dios que la traspase en busca de la cesta del utillero. Un ser con cuernos y rabo. Un horrible perro de tres cabezas. El 'infierno de Mariluz Ferreiro' se materializó en O Barco de Valdeorras. El 'abogado del Diablo', presente. Porque no quería injusticia. Por viejo lo sabe su defendido. En el 'Diluvio Universal de Calabagueiros', O Barco, por aquello de ser 'Arca', habría de salir a flote mientras la laguna, la charca, el 'pozo seco' (palagum sicco), o sea, el Paioseco, su enemigo del 'fin del mundo', se ahogaba entre las aguas de su propio 'Valle de Lagrimas'.
Post-Scriptum:
"Pero ahí no termina la historia. De vuelta a su localidad de origen, el autobús volvió a sufrir un nuevo imprevisto por causas meteorológicas. A la altura de Vega de Valcarce (donde a la ida, por cierto, habían comido), el vehículo quedó atrapado por la nieve obligando a la expedición a hacer noche en un hotel sin poder regresar a sus casas"
[MARCA: La odisea de la U.D. Paiosaco que terminó con el partido suspendido ante el Barco]
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista