Es lo que tiene contar en tu equipo con un 'nueve puro' como Cristian 'Bonilla' Galdeano. Un ariete del que disfruta el Club Portugalete de Ezequiel Loza. Un goleador que no atesora en su plantilla Gorka Bidaurrazaga. Quizás de ahí sus 13 tantos a favor que no le han dado de sí más que para dos victorias y seis empates.
El resto, derrotas, siete, la última la padecía en su estadio de Etxezuri, sábado vespertino, cuando diciembre nacía a la par que las calles de la 'republica tomatera' se iluminaban con la parafernalia de una Navidad que cada año da más pena. Tristeza que se redobla en el ánimo del míster de los rojillos.
Venía su equipo de perder de 'mala manera' en la Alameda de Las Llanas frente al Sestao. Polémica arbitral y una sola lectura para definir "el magnífico partido que completamos; no habría resultado extraño que nos hubiéramos traído los tres puntos para casa". 3-1, sin embargo. Y en lontananza, un reto, un desafío que se podía leer en el twiter de la S.D. Deusto...
"Los tomateros deben cortar su mala racha para evitar meterse en problemas clasificatorios, aunque reciben a un líder intratable hasta el momento"...
Empresa que a las primeras de cambio se les complica a los de Bidaurrazaga. Apenas habían intercambiado media docena de pelotazos Deusto y 'Portu' cuando, como si sus botas y el esférico compartieran 'wasap', la pelota le cayó a Bonilla como llovida del cielo. Controló y se quedó a solas. O ya estaba frente a Iker Fuentes, portero rojillo, cuando su par no le indujo al fuera de juego. De seguido, se la orientó levemente a la derecha.
Y cuando ya no quedaba más que el cara a cara entre la víctima y el verdugo, 'Boni' buscó la base del palo largo con el empeine interior de su bota derecha, o sea, "pericia", que diría Bielsa, pericia sutil, esa que les faltaba a los leones y de la que anda sobrado este jugador que está 'de dulce'. Con su gol [el sexto de su cuenta], el partido habría de cambiar de manera brutal.
El Deusto, por debajo en el marcador, estaba obligado a golear por partida doble para "cortar la mala racha", como se le arengaba en su propio Twiter. Remontar. Y no ante un equipo cualquiera. Sino frente al "líder intratable, hasta el momento".
El pasado curso. Más o menos a la misma altura, el Portu visitó Etxezuri y salió derrotado. Con un solo gol le bastó al Deusto. Cosas de mantener la portería a cero y ser capaces de acertar en el tramo final cerrando de seguido su portería a cal y canto. Un año después, los de Bidaurrazaga 'comenzaban' perdiendo. Y así como desde el inicio de este ejercicio, el cuadro local no podría contar con Iñigo Pisón, su hombre gol, ese delantero que, en la '2018-2019', se dedica a abrir latas al servicio del Sodupe.
Marcha. Fuga. Ausencia que se convierte en lamento en el corazón de la tribuna. Como si sin la figura de Pisón, lo de que el Deusto pudiera ser 'apisonadora' que pasara por encima del "intratable lider" se hubiera convertido, tras el gol de Bonilla, en una labor tan titánica como la de vaciar el agua de los mares acarreándola con el pico de un jilguero...
Porque Aitor y Ekaitz, laterales, percuten incansables por sus bandas. Porque la lucha es intensa en todos los frentes. Porque Andikoetxea es 'canela fina'... pero sobre un "césped infame", como denunciara su entrenador en la noche amarga post-partido de Las Llanas, su fútbol de alta escuela es arena que se escurre entre los dedos.
Porque Silas, el 'saharaui errante' que regresó de todas partes para echarle un cable a un Deusto en apuros, no es ya aquella joya que brillaba en campos tales como Ellakuri y Las Llanas. Porque Markel Baroja es un tornado que no logra perjudicar a Mediavilla, arquero que se habrá de duchar luego de mantener su portería a cero en diez encuentros y uno más, este que se está librando en el 'peculiar' Etxezuri.
'Peculiar'. Habría que tomar medidas. Y contrastar el tapete. Y revisar de vez en cuando el anemómetro. Pero como "las condiciones son las mismas para los dos equipos", errará el que busque excusas. Esto es un juego. Pero no todo está inventado. Cada semana crece en la mente de los 'artistas' del balón el mundo del fútbol.
El 'tempranero gol de Bonilla' está condicionando el juego del Deusto. Un equipo en apuros que se ve obligado a arriesgar. Y en el riesgo, el descaro de su apuesta. Un llegar y llegar poniendo a prueba el compromiso defensivo del líder de la categoría. La solidaridad de sus jugadores. Más por arriba que por abajo. A la fuerza ahorca Etxezuri el fútbol combinatorio de ambos equipos.
Ni Ezequiel es ajeno a que no está en La Florida ni Bidaurrazaga desconoce que Las Llanas ya pasó, que lo de esta tarde es otra historia. Que con proteger a su arquero, Iker Fuentes, no le vale. Que hay que ir sin cesar hasta alcanzar él área de Mediavilla. Y si el cántaro aquel famoso, de tanto ir a la fuente, se rompió, por qué no creer que el empate llegará como premio a tanto tesón. Pero es que Pisón ya no está: ¿se acuerdan?...Y sin él...
Un 'Portu' tenaz en cada disputa y luego más. Defender al 'estilo Loza'. Y como el partido se presta a ello, como hay un Deusto volcado, a la espalda de su última línea, espacio, 'Grandes Espacios'. 'Desnivel' tira la casa por la ventana y nos ofrece otro 'número' de tanta altura que da vértigo. Pánico para un portero, el del Deusto, que ve cómo le vienen atacantes de 'oro y hulla' en oleadas pero bien repartidos y perfectamente organizados...
Jamás vio la tribuna de Etxezuri una tan pura escenificación del contraataque. De uno en uno. De dos en dos. De tres en tres. Hasta siete veces se plantó el Portu frente al cancerbero 'tomatero' en respuesta a la descarada ofensiva local. Y, fuera por el portero -soberbio-, por un defensa -perfecto en ayuda o cobertura-, o por el azar -que se reservaba para sí varios caprichos-... aquel gol de Bonilla que tan lejano queda para fútbolistas, aficionados que se acercaron a Etxezuri y ustedes mismos, lector@s, no hay dios que haya sido capaz de robarle su protagonismo.
Y, ya se sabe, cuando un gol de diferencia, y nada más, todo está en el aire, como la respuesta a la pregunta de este partido: ¿victoria del "intratable líder", empate... o una remontada de esas que, por las circunstancias ya narradas, se dieron en llamar 'epicas'?
El Portu podía haberse ido en goleada. El Deusto estaba a un tris de marcar gracias, fundamentalmente, al balón detenido. Fue entonces, en el 74', cuando Ander Arbeloa ["a menudo -casi siempre-, la gente ve a la 'Bestia' por los terrenos de juego], desde el banderín derecho, la colocó, 'tocadita', en el corazón del área.
Neira, que se había sumado a la estrategia, cabeceó 'a lo Aduriz frente al Getafe', o sea, a la base del palo largo. Salió esta vez el balón escupido en 'dirección punto de penalti'. La zaga del Deusto, como pasmada. Surgió, entonces, Cubería y aprovechó el desconcierto para empujar el balón con 'la tonta' hasta el fondo de las mallas...
Mikel Cubería que, más por el tipo de partido que se esperaba que por cuestión de tarjetas de su compañero, había partido de medio centro como relevo de un 'Txopi' que se dejó ver de 'paisano'. Y es que, así como para 'el 10', Andikoetxea [por la finura de su juego], no lo era, y nunca lo podrá ser, la superficie de Etezuri no era 'País para el alquimista de la Sierra de Candelario'.
A pesar de la derrota, o quizás por ella y por el inmenso trabajo realizado, la parroquia de Etxezuri despidió al Deusto con el ánimo que se merecen aquellos fútbolistas que lo han dado todo... y luego más. Y es que ahora, más que nunca, toca estar con el equipo.
Ahora, sí. Ahora que el San Pedro despertó de su letargo e iguala en puntos [12] a los 'tomateros'. Ahora que el Ordizia arranca un empate a cero en Loinaz. Ahora que el Zamudio tratará de salir del pozo de la mano de Carlos Docando. Ahora que Maiona será tan cerca. Ahora. Ahora, Deusto. ¡Ahora!
Por Luis Mª Pérez García, 'Kuitxi'. Periodista y exfutbolista