Como si cumplir 'cincuenta puntos' fuera una coyuntura que le deprimiera. Vértigo del 50%. Y luego más. Nacer conlleva morir. Vivir es un camino hacia el otro mundo. Cuando vivir es competir. Cuando vivir es una manera de elegir de qué modo quiere uno pasar el tiempo. Hay quien fuma. Quien bebe. Algunos se casan y otras permanecen solteras. Personas que van detrás del cancer hasta abrazarlo y fundirse con él hasta ver el túnel y la luz que lo soporta a su final...
Orinar sangre. Tomar café. Echar la partida. Cursos de pintura al aire libre. Comedores sociales para no adelgazar en demasía. Chuches. Sobrepeso. Hacer zápping entre 'la Sexta' y el 'En Jaque' de 'ETB2'. Jugar a fútbol para alegrar cada quince días las mañanas de esa gente fiel que sube a La Florida con la sana intención de ver cómo su equipo se hace mayor a base de ir acumulando 'años' de tres en tres...
Cuando entró en la 'cuarentena', a aquell@s que lo ad-miran les dio por decir que "el Portu está varios escalones por encima del resto de la 'peña' que lo rodea". Hecho éste que hiciera que, en nombre del Club Portugalete, Ezequiel Loza, entrenador del primer equipo, se ensimismara hasta confesar: "Llego al 'Club de los cuarenta/ y una mano trae la cuenta / llama la atención la suma / desde hoy hasta la cuna"...
Pasaron varias semanas hasta la vuelta de vacaciones. Santutxu y Ordizia tenían que rendir visita a La Florida. Los de Maiona, para cerrar el primer ciclo de la temporada. Los del Goierri, para devolverle al Portu la visita que los jarrilleros les hicieron con motivo del inicio de la liga. A los '47' llegaron tras golear al cuadro de 'Marquitos' sin necesidad de hacer aspavientos. Entre Santutxu y Ordizia, Loza se confesó en el DESMARQUE BIZKAIA: "Rotaciones porque sí, no; jugarán los que más méritos hayan acumulado durante la semana". Fue una de las muchas perlas que él técnico de Santoña le regaló a la fiel 'videncia' del líder digital de los periódicos deportivos. "Angel Diez, nuestro segundo portero, tendrá sus oportunidades". Otra promesa por cumplir.
Llegaba el Ordizia con el recuerdo aquel del 0-5 a sus espaldas. Ocho derrotas. Diez empates. Una sola victoria. Vacunado con el 3-2 de Las Llanas ante el River. Como sin gripe. Sin fiebre. Carente de sintomatología pero sabedor de que va dando pasitos hacia la muerte. Sin miedo. Nacer conlleva morir, para que angustiarse.
El Portu, en cambio, alertado de que venciendo ingresaba en los 'cincuenta', se presentó ante su gente desfigurado, como a 'falta de defensas'. En la grada, socios recién vencida la gripe. Sobre el verde, Ezequiel Loza había metido mano en la parte de atrás con unas intenciones que al cronista se le escapan. A falta de su confesión, su zaga desfigurada le llamaba poderosamente la atención. Más allá de que el rival fuera el Ordizia. Un equipo en puestos de descenso...
El análisis, previo, porque el once de salida se escribe y se le da al árbitro para que conste en acta. El árbitro. El colegiado. González Gonzalez. Un trencilla al que habrá que dar de comer a parte. Tela lo de este juez. Vergüenza ajena. Y hasta lástima. Más malo que la carne del pescuezo. Toma nota, Mijares. Aunque no se sea de tu colegio...
A falta de fútbol, una explicación, o varias, para dar a entender a la parroquia, y a las personas no fieles, el por qué de que en el rectángulo jarrillero se escenificara el partido más deficiente de lo que va de curso casero. La antítesis de lo que se pudo ver en el estreno liguero, cuando la escuadra de Loza se dio un festín de fútbol con la colaboración necesaria de un Pasaia que se prestó al festejo de buena gana. ¡Qué partidazo aquél!...¡Qué deficiente, en cambio, este saldado con 1-0 que le ha metido a 'los de oro y hulla' en el 'club de los cincuenta! Qué mala cara la del Portu. Como la del 'cincuenton' que no asume su edad y se deprime.
Lo sabían. Se lo había dicho el mister, "Si ganamos, 50, señores". Miedo les dio la palabra. Al futbolista le aterra hacerse viejo. Hubo confusión, sin embargo. Entre los años y los puntos. Se trataba de lo segundo. Marcar un hito. Dejar a tu compañero a diez. Como si el Sestao fuera más joven por tener cuarenta puntos. Un lío en la cabeza. Sentimientos confusos. "Hay que ganar, sin embargo". ¿Experimentando?...Esa impresión le dio a uno. Y como la crónica conlleva opinar, lanzarse al agua y mojarse...
Ángel Diez, en la portería. Podría ser la promesa cumplida de presentar en sociedad al arquero que se esconde detrás de la enorme planta de Jorge Mediavilla. Vital su concurso. Loza no exageraba cuando declaró que este hombre era de garantías. Lo que se salió, y de manera llamativa, del guión de la temporada fue el cambio brutal que se produjo en la zaga...
Del Axel, Cubería, Moya y Artabe, línea de cuatro atrás que había marcado tiránica tendencia, se pasó a Yaser, Neira, Moya y Axel. Alteraciones como éstas en una línea tan determinante a la hora de ponerse en marcha la propuesta de Ezequiel Loza, principalmente la ausencia del zurdo Artabe en 'perjuicio' ( mójese el cronista) del prodigioso lateral derecho Axel 'condenado' al trabajo forzado que supone fingir que es de izquierdas el que nació de derechas. Cubería en la banqueta: ¡mucho Cubería para jugar con su ausencia!...
Y aunque los seis jugadores restantes fueran los de gala, las líneas de cuatro y de dos sintieron como si a sus espaldas, un motín, un sabotaje, palos en las ruedas de esta carreta pionera que partió hacia su oeste con la promesa de que todo aquello que encontrara en el destino sería suyo.
Y aunque la primera parte de la 'expedición' estuviera plagada de oportunidades para los 'colonos' jarrilleros, que pudieron matar a su oponente con disparos a bocajarro y tan solo consiguieron herirle por un costado, el juego de los de Loza fue el más penoso hasta ahora despegado sobre el verde de La Florida. Uno cree que el mal fue de raíz. Que todo nacía viciado. Que la entrega del testigo por parte del relevo provocó que las 'carreras' fueran lentas, torpes, descompensadas. Y como la disputa era de equipo, el juego del Portu se fue deteriorando hasta alcanzar su versión más deficiente...
Desequilibrio. Heterodoxia. Descompensacion. De lo asociativo, de lo combinatorio, a una huida hacia adelante y cada uno por su cuenta. Mientras, un Ordizia 'faltón' hasta alcanzar el pecado capital del vicio se sostenía en el partido gracias a ese árbitro del que se dijo que había que darle de comer a parte. Malo hasta el hartazgo. Inconsciente de su desastroso proceder, se fue convirtiendo en un meritorio para sustituir al protagonista de 'Ensayo sobre la ceguera', Saramago protestando desde su nada, ¿Cómo un árbitro de fútbol en lugar del protagonista ciego que yo designé para guiar a una masa que había perdido la visión por contagiosa infección que había puesto el mundo patas arriba?...
Cegado, González González se paseaba de manera torpe entre una 'división azul' guipuzcoana que iba volteando gualdinegros sin recibir otra sanción que no fuera la inacción. Clamaba al cielo. Pero no siendo de fiar ese Dios que no existe, agarrones sin sanción, patadas sin castigo. Si el Portu se hubiera ido más allá del 1-0...Pero el tanto de Bonilla y nada más. Opciones para golear. Pero fútbol del malo. Ese que tanto aborrece La Florida y a Ezequiel Loza tanto le espanta. No le gustaba, seguro, al míster local lo que estaba viendo. Pero ya era tarde...
Llegó entonces la hora de dar por bueno el 1-0. Sobretodo tras obsesionarse Bonilla en un mano a mano con el portero en vez de asistir a Galder, que se le ofrecía generoso y solitario a su derecha. Y completamente cuando el 'capi', Jon Moya, fue desalojado del terreno de juego a golpe de dos tarjetas cuando el cronómetro marcaba el 70'.
Con diez, la baza de los cambios para que la inferioridad numérica no llevara el pánico a la grada. Miedo escénico. Sensación de que el Ordizia podía empatar el partido. Un Ordizia más básico que una barra de pan sin sal. Cansado hasta de dar leña. Pero más fatigado estaba el Portu, que, sin esas armas suyas de las que valerse, tuvo que recurrir a Ángel Diez, el portero tapado del que Ezequiel Loza tan bien les hablara a l@s lector@s del DESMARQUE BIZKAIA cuando fue requerido para hacer balance de la primera vuelta de su equipo en este grupo cuarto de la Tercera División.
Entonces, o sea, hace apenas unos días, el Portu andaba en los '47' y se sentía capaz de comerse a sus rivales a dentelladas. Se sabía que era el Ordizia el siguiente visitante. El mismo al que el Portu le encajó una severa goleada en su estadio, 0-5..."Sí, pero a falta de veinte minutos el marcador era 0-1", rememoraba Ezequiel Loza. "Costó lo suyo ganar aquel partido"
Una 'vuelta de tuerca' después, aquel Ordizia visitaba La Florida con tan solo una victoria: ¡15, el Portu! A falta de veinte minutos, 1-0. Como en la ida. Pero el Portu, con 10. Y desmadejado. Físicamente, hecho unos zorros. Fuerzas de flaqueza. De tripas corazón. Quemadas sus carabelas jarrilleras, reculó a puerto para protegerse de la galerna. Cuando González González 'amainó', y el Ordizia se hizo espuma, los 'navegantes jarrilleros' se miraron a la cara y se vieron pálidos. La 'Crisis de los 50'. Qué, si no...
Por Luis María Pérez, Kuitxi