El Sestao apabulla a un Amurrio en horas bajas

A diez. A doce. A diez. Del 'Portu'. Haciendo la goma con la cabeza los de Ibon Etxebarrieta. Viajaban a Basarte para enfrentarse al Amurrio de Iván Urbano. Ex del Club Portugalete. Un Amurrio en horas, y posiciones, bajas. No perdían, en cambio, los del valle de Aiala en casa desde la tercera jornada. Hecho que, visto lo sucedido en la vigésimo tercera, llama poderosamente la atención. Porque el Sestao jugó, seguramente, el partido más plácido de la temporada. Queda en el aire, flotando, como a la espera, la pregunta necesaria para saber si el Sestao River es de juego tan potente y vistoso como el desplegado en la sesión vespertina de Basarte.

Iniciaba el choque el River conocedor del 'tropiezo' [¡ganan tanto los de Ezequiel Loza!] del Portu en Artunduaga. Empate {2-2} ante el Basconia. El mismo resultado que se registró en Las Llanas la semana pasada cuando 'los de Basauri' visitaron al 'River'. Una igualada que Ibon Etxebarrieta dio por justa. Y buena. El Basconia juega un montón. O algo parecido dijo el míster verdinegro. "Serio candidato a meterse en puestos de play off". Apología rotunda de la llamada 'Generación del 2000'. De Lezama. El verdadero juvenil del Athletic peta el once de Iban Fuentes.

Partido pasado no mueve, ni condiciona, el rabioso presente. De ganar en Basarte, el Sestao acortaría la goma hasta contar '10'. Y venció. Con tanta suficiencia que empequeñeció a su rival hasta reducirlo a la nada. Nada de nada. Ni calidad individual. Ni juego combinatorio. Ni instinto de protección. Ni agresividad. Casi sin cometer faltas. Partido de guante blanco sobre un césped mejor de lo esperado. Ya lo quisiera Etxebarrieta para sí. Las Llanas, castigo tras castigo, botas azulgranas y verdinegras, se puede convertir en el 'enemigo número uno' de la tropa sestaotarra.

Porque este 'River' que ha sometido al Amurrio ha llegado al 90' {prevaricó el árbitro al no añadir ni un solo segundo} divirtiéndose con el balón, convirtiendo el bosque de 'Basarte' en el 'sitio de su recreo'. Mucho tendrá que aplicarse el equipo que preside el 'buen Jauregi'. Mucho y bien. Si no quiere terminar ahogado en lodo. Su imagen ha dejado mucho que desear. Deseo. Ganas. Las que Ivan Urbano deberá insuflar en el espíritu de su equipo: si te falta fútbol, aplícate en todo lo que no sea jugar con balón.

Porque la pelota es para el que la trabaja. Y la trata bien. E incluso la mima. Del Sestao. Del 'River'. Un equipo que, tras la remodelación invernal, debe fijarse más en sí mismo que en el rival al que aspira a alcanzar. Y es que, desde que Sestao y Portu midieron sus fuerzas en Las Llanas, con victoria jarrillera { ante una parroquia que cargaba contra los suyos}, la faz, y, en especial, el intelecto de la plantilla de Ibon han cambiado de raíz.

Le costó abrir la lata al River. Lata que no era tal. Entramado endeble era el Amurrio. Pero aguantaba. El cero a cero goles les aseguraba el punto de la Federación. Pero, ay, amig@, los partidos frente al Sestao se hacen muy largos. Este equipo tiene fe. Alma. Y mucho juego. Futbol de muchos kilates. ¿Será acaso porque...?...Ibon Etxebarrieta cree que sí. Así se lo confirmaba sobre el terreno, a la finalización, a mi compañero Javier Alonso, lujo de periodista al mando de la comunicación interna del Club...

"Txema Pan. Pacheco. Eneko Rubio"...Tridente para avasallar hasta el fin de la 'partida'. Frescura. Savia. De 'sabiduría'. "Los treinta minutos de Eneko han sido muy buenos". Regresaba Rubio del dique seco. El mejor fichaje de invierno. Pólvora arriba. Dinamita. Presagio del 'polvorín' en el que habrá de convertirse el Municipal de La Alameda. El secreto, sin embargo, no está en los que se dedican a hacer daño al contrario. Reside en los que lo procuran. En los centrocampistas. Los que habitan la sala de máquinas...

La finura de Julen Huidobro. El 'despotismo ilustrado' de Iker de Egino. ¡Qué pedazo de jugador! Que finura la suya. Que manera de leer el juego, de entender el fútbol, que no es lo mismo pero es igual. Fue saltar Eneko Rubio al verde de Basarte y sentir uno que el centro del campo del Sestao era el más virtuoso de la categoría. Un centro del campo al que se sumaba Ander Gago con sus arrancadas ofensivas...

Lateral derecho el de Galdakao. Sí. Pero una flecha en ataque. Ya paralelo a la cal. Ya trazando diagonales. Como esa de la que se derivó el segundo gol. Latigazo con la zurda. Golpeo brutal. Su segundo tanto consecutivo. Tiene 34. Pero se comporta como un chico de 22. Su segunda juventud. Al servicio del Sestao. Santo y seña del 'River'. Quizás el lateral más cualificado de la Tercera División.

Pacheco había adelantado al Sestao en la primera mitad ejecutando un pase de la muerte. En la reanudación, el Amurrio amagó en ataque. Pero era eso. Apariencia. El Sestao se volvió a apropiar del esférico y no lo dejó sino en las manos del colegiado tras el pitido final. El 2-0 de Gago. La puntilla de Álvaro Martín. Goles son amores. Pero el encanto de este Sestao que apabulló al Amurrio no residió en su pegada, sino en la traslación del balón. De bota en bota. Huidobro, De Egino. A Iker le miraban todos a la hora de dar salida al balón. Julen filtraba a su antojo. Ander Gago, haciendo 'largos'. Y arriba, a la espera del botín.

El Sestao River de Basarte, a pesar de la endeblez del Amurrio, su rival, apenas su oponente, es un equipo que atesora mucho juego. Deberá, sin embargo, mantener la imagen dada. Y mejorarla. Porque no todo es Amurrio en esta liga tan dura. Este Amurrio que, al menos, mostró de inicio a final una deportividad exquisita. Otros, viéndose 'burlados', habrían entrado al trapo. Seguro. Iván Urbano, más allá de entrenador, es un educador. Un profesor que no permite un mal gesto aunque a los suyos el rival le esté pasando la pelota por los ojos...

Modos de perder. El exquisito del Amurrio. Maneras de ganar. La excelsa del Sestao River. Queda ahora esperar. Si ha sido flor de un día. Así la margarita marchita del Amurrio como el jacinto rosado del Sestao. ¡Qué pinte mejor el Amurrio del 'buen Jauregi'! ¡Qué persevere el Sestao River 'de Ibon'!

Por Luis María Pérez, Kuitxi