El guipuzcoano Lucas Eguibar, doble subcampeón del mundo de boardercross de snowboard en los Mundiales de Sierra Nevada 2017, ultima la preparación de la próxima temporada, que arranca el mes que viene. con una concentración en la estación austriaca de Pitztal (Tirol). En una campaña sin Juegos Olímpicos ni Mundial el donostiarra se centrará en 2020 en la Copa del Mundo.
¿Cómo ha ido la concentración en Pitztal? ¿Que más le queda para completar su puesta a punto?
En Pitztal, bien. Llegamos el sábado pasado y aunque el martes y el miércoles nevó mucho y no pudimos entrenar en el circuito, sí estuvimos en pista. Hoy, después de entrenar, nos vamos a Barcelona, donde haremos dos días de descanso activo en (el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de) Sant Cugat. Luego, el 17 de este mes nos vamos a Zúrich (Suiza), a preparar el material; y el 18 a Finlandia (a Rovaniemi). Hasta el 25, que regresaremos a Pitztal para hacer dos pruebas de la Copa de Europa. Después, nos vamos una semana a casa; y acto seguido, empieza la Copa del Mundo, en Montafon (Vorarlberg, Austria).
Esta temporada no hay ni Juegos, ni Mundiales (el curso pasado fue cuarto, en Park City, Estados Unidos), así que todo se centrará en la Copa del Mundo. ¿Ve factible volver a ganarla?
Sí. Se ha hecho antes, así que se puede volver a hacer. La pasada temporada fui cuarto y no acabé contento, porque carreras buenas las hice en Veysonnaz (Suiza, donde ganó) y en Feldberg (Alemania), donde entré en 'semis'. Las demás no salieron tan bien. Así que tengo muchas ganas, después de lo del año pasado. Si voy bien desde Montafon y en las primeras carreras, se puede luchar por ello. Será complicado, pero se puede. Me encuentro bien físicamente y estoy entrenando muy bien. Estoy muy motivado.
¿Hay margen de mejora, en lo que queda de pretemporada?
Ahora lo que queda es rodar. Estamos en Austria y de ahí nos vamos a Finlandia, donde entrenaremos mañana y tarde. Luego volvemos aquí, a Pitztal, para las Copas de Europa, en las que el objetivo es probarme. Queda trabajo por hacer. Pero a Montafon voy a llegar muy motivado, eso seguro.
El francés Pierre Vaultier, doble campeón olímpico gran dominador de los últimas temporadas, sufrió una grave lesión. ¿Qué noticias tiene de él?
No parece que vaya a volver, al menos esta temporada. Se hizo mucho daño en una rodilla (en un accidente mientras se entrenaba en bicicleta) y, tras coger un avión al día siguiente, se le hinchó muchísimo. Tuvo dolores muy fuertes y todo se le complicó. Acabó ingresado casi dos meses en el hospital. Se recuperó hace poco; pero creo que perdió doce kilos. Y aunque vuelve a hacer vida normal, no parece que vuelva a competir. No de momento.
Nadie le desea eso a un contrincante, pero no deja de ser un rival menos con miras a ganar la Copa del Mundo, ¿no?
Estoy de acuerdo con las dos cosas. Será un rival menos, eso es cierto; pero nunca se le desea algo así a ningún rival.
El austriaco Alessandro Hämmerle ganó la última edición de la Copa del Mundo. ¿Será de nuevo él el principal candidato al título?
Sí, seguramente. Él y (el italiano) Omar (Visintin). Y alguno más.
Este año en el calendario de la Copa del Mundo entra Sierra Nevada. Allí ganó en 2017 la plata mundial individual y por equipos. ¿Tiene marcada esa prueba?
Sí. Pero este año, al no haber ni Mundiales ni Juegos, la meta, si duda, será la Copa del Mundo. Creo que es un objetivo factible, aunque no lo va a regalar nadie. Por eso la 'equis' la tengo puesta en todas. Empezando por las dos primeras, en diciembre, en Montafon (Austria) y en Cervinia (Italia). Obviamente, la de Sierra Nevada es muy especial, porque es en casa. Pero todas serán muy importantes.
Sierra Nevada será la penúltima parada del calendario. ¿Se visualiza ganando matemáticamente la Copa del Mundo allí?
Ojalá. Eso sí que sería increíble. Sin duda.
La última prueba de todas será en Veysonnaz (Suiza). Ahí logró usted sus tres victorias en la Copa del Mundo -la última de ellas, este año- y otros dos de sus once podios en esta competición. ¿Por qué se le da tan bien esa estación?
No sé. Creo que es el circuito, que me va muy bien. Acaba como me gusta a mí. Hay una zona media de saltos en la que me siento muy cómodo. Eso me sirve para atacar en la última curva.