El coronavirus continúa golpeando a Euskadi y al resto de comunidades autónomas. Los nuevos contagios no paran de crecer y, por este motivo, la Comisión Técnica del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) ha elaborado un documento de recomendaciones para intensificar el rigor en el cumplimiento de las medidas preventivas. La principal, y la más importante para intentar frenar el avance del virus, es posponer las reuniones con amigos y familiares.
Estas recomendaciones son igual de importantes que las restricciones vigentes por la pandemia, pero pone el foco en una petición que es básica para reducir al máximo los contagios entre distintos grupos.
Euskadi señala que estas restricciones son "especialmente sensibles para reducir los contextos de mayor riesgo de contagio".
Aplazar o cancelar las reuniones familiares y quedadas con amigos mientras que la situación epidemiológica siga siendo de "alto riesgo".
Aunque sean unas recomendaciones, lo ideal es que la ciudadanía lo entienda como obligaciones, pues si los casos continúa aumentando el siguiente paso sería volver al confinamiento total de hace unos meses.
Así lo reconoció este pasado viernes el lehendakari, Iñigo Urkullu. "La última alternativa es cerrar todo y confinar a toda la población", dijo en el pleno de control que celebró el Parlamento Vasco.
El confinamiento "sería lo más simple" pero hay que tratar de evitar una decisión así que resultó "tan dura" en la primera oleada de la pandemia, aseguró Urkullu.
Por ello, el Gobierno de Urkullu decidió cerrar perimetralmente Euskadi y así restringir la movilidad en la comunidad tanto para entrar como para salir, salvo en los casos de causa de fuerza mayor.
No es la única medida que se puso en marcha en las últimas horas, pues se estableció el toque de queda entre las 23.00 horas y las 06.00 horas.
A pesar de las duras restricciones que se han impuesto, en el Ejecutivo de Urkullu no descartan el confinamiento domiciliario en el caso de que la situación empeore.