Los contagios por coronavirus en Euskadi se han disparo en las últimas jornadas. El dato de este pasado miércoles ha dejado 1.115 nuevos positivos en la comunidad y, ante la gravedad de la situación por la que atraviesa la región, Urkullu ha adelantado a este viernes la reunión del LABI en la que se estudiará el endurecimiento de algunas restricciones para intentar así contener el virus.
En Euskadi han aumentado en 69 los casos confirmados este pasado miércoles con respecto a la jornada del martes hasta situarse en los 1.115 contagios detectados y la tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días sigue subiendo hasta los 480,02 casos por cada 100.000 habitantes.
Bilbao es la primera capital de la comunidad que entra en zona roja y que, por tanto, quedará confinada perimetralmente a partir de este viernes. Junto a la ciudad, 50 municipios más se encuentran en nivel máximo de alerta por coronavirus.
Así las cosas, el lehendakari, Iñigo Urkullu, decidió adelantar la reunión del LABI (Plan de Protección Civil de Euskadi), prevista para la próxima semana, a este viernes para abordar el endurecimiento de las restricciones ya impuestas.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha adelantado que la propuesta consistiría en cerrar perimetralmente todos y cada uno de los municipios, fijar en las 19.00 horas el cierre de todos los establecimientos así como el cese de actividades sociales, culturales y deportivas. Además de ello, también se pretende limitar aún más las reuniones entre personas en espacios públicos y privados pasando a permitirse un máximo de cuatro personas.
Al margen de todo esto, la región pidió al Ministerio de Sanidad poder adelantar el toque de queda a las 20.00 horas, tal y como han hecho otras comunidades. La negativa de Salvador Illa, ministro de Sanidad, ha llevado el Ejecutivo de Urkullu a plantearse otras medidas para intentar frenar el avance del coronavirus en esta tercera ola.