La tercera temporada de la aclamada serie de Netflix llega mañana a Estados Unidos y para celebrarlo qué mejor que hacer memoria repasando cinco cosas que hemos aprendido con ella.
Política americana
House of cards no es la primera ni será la última serie que trate sobre política americana pero sí que es una de las más ilustrativas. Gracias al gabinete de Underwood y compañía hemos aprendido la diferencia entre las politics y policy y los distintos estamentos de poder de los Estados Unidos así como la importancia de cada uno.
Cómo funciona la política (en general)
De una manera peculiar, cruda y llena de humor negro House of cards nos enseña cómo funciona la política que se hace en los pasillos mediante promesas e intercambio de intereses. Además nos aproxima a términos para muchos desconocidos como los famosos lobbies.
Nos gusta sonreírle al villano y que éste nos devuelva la sonrisa
Frank Underwood es una persona que de ser real, sería esa de la que no quieres hacerte amigo ni enemigo sino que prefieres no conocer. Frank es un villano, un perfecto príncipe maquiavélico que urde planes a espaldas de sus aliados y los traiciona, sin temblarle jamás el pulso. Y sin embargo, mola. Con la mirada fija en la pantalla Frank conecta con nosotros convirtiéndonos en cómplices de sus artimañas y a nosotros, reconozcámoslo, nos gusta.
Algunas historias de amor son historias de poder
Uno de los puntos fuertes de House of cards es sin duda la relación entre Frank y Claire Underwood. Los dos se profesan un extraño afecto entre la camadería y la complicidad, sin llegar a ser amor propiamente dicho pero tampoco una simple amistad. Ambos aman el poder y es esa sensación de control y soberanía lo que los mantiene unidos. Su relación pasa fuego y tempestades y se mantiene, mostrándonos una relación atípica en televisión que ofrece una dinámica distinta entre una pareja.
Nunca se la juegues a un compañero
Esta es la primera lección que todo espectador aprende viendo House of cards. Lo hace durante los primeros minutos de la serie cuando Frank jura venganza después de perder su futuro cargo político por el que tanto luchó. Gracias a esta traición, el juego político comienza a mover sus cartas y uno a uno cada jugador va cayendo del tablero siendo Frank el único jugador en pie. Si el presidente no le hubiese hecho una jugarreta, Frank no hubiese empezado su vendetta.