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[Cara a cara] True Detective 2x01: ¿Está a la altura el inicio de la nueva temporada?

Acaba la quinta temporada de Juego de Tronos en HBO dejándonos a todos con el aliento sobrecogido y ahora vuelve True Detective. ¿Pero podemos decir que es True Detective? Mismo creador -Nic Pizzolatto, ya que Fukunaga abandonó el barco tras la primera temporada- y mismo tono, pero distinto enfoque, distintos personajes, ambiente opuesto, nuevos temas, nuevos problemas. Partamos de la base de que es imposible superar el papel de Matthew McConaughey, y que no existe continuidad en la historia. A partir de ahí, ¿podemos hablar de la misma serie? ¿Y merece la pena seguir viéndola después del visionado del primer capítulo?

Sí está a la altura: Lo mejor es considerarla otra serie distinta

Alejandro Ruiz

El comienzo de la segunda temporada es calmado, se sucede poco a poco, escalón a escalón, dato a dato. Nos va mostrando una historia dispersa, centrada en personajes, y el detonante, el punto central de la trama, tarda mucho en llegar. Pero no importa, porque el objetivo de este piloto es dibujarnos a sus cuatro personajes principales, y eso lo hace muy bien. Este capítulo tiene "un no se qué" capaz de engancharte desde un desconocimiento absoluto y una ambientación tan cuidada cómo la de la temporada anterior. Sí tiene las mismas base que definen a True Detective: policías que son personas, ni mejores ni peores, cabrones o idiotas, violentos o inmorales, destructivos y auto-destructivos. Una ambientación oscura, miradas infinitas que guardan significados que no percibimos, y diálogos que relucen por encima de toda la corrupción y de toda la oscuridad. La temporada empieza con lentitud, el arranque no es tan poderoso, no se han delimitado todas las bases desde la que partir; pero sabe transmitir su potencial y te invita a seguir descubriendo su historia, poco a poco, peldaño a peldaño.

Juan A. Pérez

No cesan las comparaciones con la primera temporada, con el aire sombrío de cada uno de sus personajes y el enlace que nos lleva a la atmósfera de The Wire, a su adicción más allá de las obligaciones, al límite lo moral. La subida constante que propone el primer episodio crea una escalada en la trama y personajes más que ayuda a saborear un inicio prometedor cuyo final resume perfectamente en varias miradas el estilo de Pizzolatto. Pero al igual que la serie toma fuerza con el paso de los minutos, el reparto se desequilibra por completo. Rachel McAdams está muy por encima de sus compañeros y Farrell convence conforme avanza (lógico, le dan más minutos que a nadie). De Vince Vaughn espero poco tras un discreto inicio y de Taylor Kitsch que sorprenda, pero automáticamente los he dejado en un segundo plano. El por qué es fácil, nos han regalado muy buenos minutos de la contundencia y la mierda social a la que se someten Velcoro (Farrell) y Bezzerides (McAdams) y con el tono grisáceo de True Detective eso promete. Que sí, que nos hagamos a la idea de que no está Rust, que nadie podrá sustituirlo y que esta es otra serie diferente, ¡asumámoslo! Pero si el listón está alto, hay que intentar superarlo y las pretensiones son meteóricas, lo suficiente como para no perdernos ni un sólo episodio cada madrugada del domingo al lunes.

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