Hollywood tiene la imperiosa necesidad de hacer remakes de los mayores éxitos extranjeros. Una y otra vez vemos cómo estrenan sus propias interpretaciones de historias que han triunfado en el cine asiático, en el de Bollywood, el francés, alemán, inglés e incluso algún que otro español. Esta vez se ha puesto manos a la obra con el remake de la francesa Intocable.
Intouchables, éxito francés del 2011, cuenta la historia de Philippe, un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente y que contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan los polos más opuestos, creándose un vínculo de amistad sólido, inesperado y también muy divertido.
Ganadora y nominada a numerosos galardones alrededor del mundo - Globos de Oro, BAFTA, Cesar, Goya, Festival de Tokyo... -, Intocable nos presentó una entrañable comedia dramática que ahora Hollywood está dispuesto a retratar, de la mano de Neil Burger (El Ilusionista, Divergente) como su director.
El personaje que estuvo interpretado por François Cluzet estará esta vez bajo la piel de Bryan Cranston, conocidísimo por su Walter White en Breaking Bad, a pesar del parecido físico que guarda con Dustin Hoffman. Por otra parte, el personaje de Omar Sy correrá a cargo del comediante Kevin Hart (Un espía y medio).
A mediados de enero comenzará a rodarse en Nueva York, según todo parece apuntar y aunque seguirá las líneas de guión de la película original, ya se ha confirmado que se tomarán sus pequeñas licencias.
Sinceramente, pienso que no llegará a tener el éxito que tuvo Intocable, pero como casi toda comedia dramática, conseguirá agarrar a los más sentimentales y mantenerlos pegados delante de la pantalla.