Para bien o para mal, James Cameron es un hombre honesto. Ya sea para criticar tontamente Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) u opinar sobre la maquinaria hollywoodiense y su relación con el concepto de "prestigio", el cineasta suele ser bastante claro en sus declaraciones sobre los diferentes temas que plantea. ¿El último? Su ambicioso plan de rodar cuatro secuelas de Avatar (James Cameron, 2009), que llegarían a nuestras pantallas en 2020 y 2021 (Avatar 2 y Avatar 3) y en 2024 y 2025 (Avatar 4 y Avatar 5).
Para muchos siempre resultó extraño ese parón entre la tercera y cuarta parte, sobre todo cuando el cineasta ha revelado a lo largo de los años que los guiones ya están escritos y que sólo faltaba el suficiente desarrollo tecnológico como para poder rodar lo que pretende, y que incluye un mundo subacuático en Avatar 2 y Avatar 3, que rueda en estos días simultáneamente. Pues ese parón ha sido explicado, y el director reveló recientemente lo siguiente:
"Afrontémoslo, si Avatar 2 y 3 no recaudan lo suficiente, no va a haber una 4ª y 5ª. Son historias completamente autocontenidas. Las cinco películas crean una meta narrativa, pero cada una es una historia independiente, al contrario que, por decir un ejemplo, la trilogía de El señor de los anillos, donde sí que tenías que decir: "Oh, mierda, bueno, supongo que habrá que volver el año que viene". Aunque en ese caso todo cuajó y todo el mundo volvió".
Resulta completamente comprensible y sensato lo que Cameron cuenta, y más al saber que cuenta actualmente con un presupuesto de mil millones de dólares y está haciendo pruebas de cámara con la tecnología de captura del movimiento bajo el agua, pero quizá sea un mandato de 20th Century Fox, que es quien en el fondo está haciendo gran parte de la inversión. Sea como fuere, hasta diciembre de 2020 y 2021 no se podrá comprobar si Avatar se queda en trilogía o pentalogía.