Hoy llega a los cines de nuestro país -y de medio mundo- Han Solo: Una historia de Star Wars. La película, que forma parte de la trilogía de historias paralelas a la saga Skywalkers, te cuenta los orígenes del joven Han. Cómo acaba siendo contrabandista, a qué se dedicó durante su juventud, cómo conoció a sus amigos…En definitiva, la película pretende contarnos como Han llegó a ser Han Solo.
La pregunta es ¿lo consigue? Desde mi punto de vista, Han Solo: Una historia de Star Wars se queda a medio gas. Como película independiente funciona bien. Se trata de un relato clásico de aventuras. Tiene un héroe con encanto, una historia de amor compleja, amigos divertidos y naves espaciales. Mirándolo desde ese lado, Han Solo es una película que entretiene.
Sin embargo, en cuanto a película que viene a contarnos la historia de un personaje tan icónico como Han, no funciona. El Han Solo que vemos en esta origin story es retratado como un héroe con muy buen fondo, poca picardía y, sobre todo, poco carisma. Sí, tiene dosis de su habitual encanto, pero no es suficiente. Quizá la excusa esté en que es aun demasiado joven e ingenuo. Si ese es el recurso de guion, lo cierto es que se queda un poco pobre.
Esta necesidad de retratar a Han así, tal y como yo lo entiendo, funciona en detrimento del personaje. Con backstory muy trágica, Han es un tipo que se las arregla para sobrevivir de un lado para otro hasta que un día se une a un grupo de criminales. El problema reside en que su curva de aprendizaje es muy vaga y ambigua. Ciertas cosas de su personalidad se dan por entendidas y justificadas, y la transición de superviviente a forajido dura un pestañeo.
En cuanto a todo a lo que rodea Han, véase los secundarios, en conjunto funcionan. Donald Glover es un perfecto Lando, simpático, truhan y buscavidas. Paul Bettany da vida a un villano clásico de Star Wars, con todo lo bueno y lo malo que eso supone. Woody Harrelson sigue en su línea habitual de su carrera con un personaje secundario de moral ambigua, que cae bien y resulta divertido y arrogante. Beckett, su personaje, no aporta nada al canon, pero Han Solo sin él pierde mucho.
Emilia Clarke realiza una actuación muy correcta, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de personaje que es Qi'Ra. Demasiado supeditada a Han, Qi'Raes un personaje clave mal definido, pese a tener una historia potencial realmente buena. Podría haber sido mucho más de lo que acaba siendo. Star Wars vuelve a demostrar que sigue sin saber realizar personajes femeninos secundarios. Como dato, Han Solo no pasa el test de Bechdel.
Por último, el protagonista. ¿Convence Alden Ehrenreich? La respuesta es sí, pero a ratos. Alden hace una buena interpretación del personaje la mayoría del tiempo, sobre todo en las secuencias de acción. El problema está en su falta de carisma, que hace de Han un personaje blando. Cuando sonríe tiene ciertas reminiscencias del Han de Ford, pero se echa en falta un poco más de trabajo gestual que se asimile a la interpretación del actor original.
En definitiva, Han Solo: Una historia de Star Wars se queda como una space opera clásica. Una película de aventuras que entretiene y divierte poseedora de un marco excepcional como es el del Star Wars. Dentro del conjunto, no es ni tan espectacular ni tan adulta como Rogue One, ni tampoco tan experimental como la saga de Rey. Para el canon no resulta esencial, más allá de conocer cómo hizo Han en Kessel lo de los 12 pársec o cómo se adueñó del Halcón Milenario. Que sea prescindible del canon no es necesariamente negativo. Al contrario, es una señal de que Star Wars se puede permitir hacer historias paralelas dentro de su propio universo.