La última película de Batman, además de compartida con otros héroes, quedó muy en la sombra frente a la trilogía de Nolan. Una trilogía, que por supuesto no gustó a todos, pero que en general supo darnos al Caballero Oscuro de Gotham que necesitábamos ver en el cine. Es fácil mejorar la última de Ben Affleck, pero las comparaciones con las de Christian Bale siempre acecharán.
La primera elección para la nueva película de Batman que prepara DC fue cuanto menos controvertida, contaminada de prejuicios. Robert Pattinson encarnaría al héroe; un actor que ha demostrado a lo largo de los años que es capaz de dar actuaciones sólidas y potentes, pero que muchos siguen recordando por su papel en la saga Crepúsculo. La segunda elección fue la de Zoe Kravitz como Catwoman, controvertida por estar contaminada de racismo y misoginia.
Muchos hemos sido los que hemos aplaudido estas "contrataciones", por supuesto, pero hay mucho hater suelto.
Suenan dos nuevos nombres gracias a Deadline: Andy Serkis como Alfred Pennyworth y Colin Farrell como El Pingüino. Ambos, actores "A-list" que enjugarían de fama el nuevo reparto de Batman.
Serkis (El señor de los anillos, Black Panther) interpretaría al mayordomo de Bruce Wayne; un personaje icónico al que ya dieron vida actores como Michael Kane y Jeremy Irons, dos propuestas muy distintas a esta última, la cual no deja de ser curiosa.
Farrell (Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, Dumbo) sería la cara más oscura de esta película convirtiéndose en unos de los archienemigos de Batman. Aunque muchas flechas apuntaban a Josh Gad (La Bella y la Bestia, Asesinato en el Orient Express) para este papel, parece que Colin Farrell podría ser el que firmara el contrato finalmente. Previamente, como El Pingüino, tuvimos a Danny DeVito en Batman Vuelve, y a Robin Lord Taylor presentando los orígenes del villano en la serie Gotham.