The Walking Dead afronta la recta final de su quinta temporada con mucha inteligencia, alejado del típico estigma con el que tropiezan en el 5x14 y colocando sigilosamente una bomba en Alexandría que cualquiera de los personajes importantes puede explotar, sin que siquiera podamos imaginar las consecuencias tras el finale de este penúltimo episodio.
"Inténtalo" rompe una barrera para abrir un surco interesantísimo con varios caminos y aunque en el fondo todos sepamos lo que va a pasar, eligen muy bien qué puntos tocar para debilitar al lector frente a personajes que siguen evolucionando después de tantas temporadas y en este caso resaltan sobremanera Michonne y Sasha.
Ellas son las referencias de un episodio que comienza a descontrolarse desde su inicio, en el que todo y cada uno de los puntos que luego se desarrollan son ambientados en pequeños bocados en la introducción formal del episodio con una presentación más amplia que de costumbre. Y funciona muy bien gracias al montaje pero sobre todo a los guionistas, que remueven con una elipsis maravillosa el conflicto que se dejó entrever en el final del 5x13 con las muertes de Noah y Aiden.
Los grupos se muestran frontalmente enfrentados por sus cabecillas: Pete y Deanne se reúnen en silencio tras la muerte del hijo de esta, mientras que Carol le cuenta a Rick por qué deben de llevar a cabo su plan. La guerra se muestra desde sus cuarteles, con palabras más que con hechos. Convencido para eliminarlo, Rick se cruza con Pete al que un único "sigue caminando" deja entrever el punto de choque que desde el primer cruce de ambos en la serie se antojó claro.
El punto de inflexión llega justo después, cuando Rick se encuentra con Deanna mientras esta se postra ante la tumba de su hijo recién fallecido. La escena es un choque insonoro de trenes en el que se debate el futuro de Pete tras saber que maltrata a Jessie. El sheriff se apropia de la situación pidiendo un permiso que sabe no le hace falta y en la ética del nuevo mundo que les rodea, la muerte y el exilio sobrevuelan en cada conversación.
Rick: Lo mato, lo matamos.
Deanna: Aquí no se mata a nadie, esto es una civilización Rick.
Pero la vida en The Walking Dead muestra tres historias alternas que curiosamente todas suceden fuera de los muros de Alexandría, que sin cruzarse, completan un puente que será fundamental en el episodio final y que en el caso de Michonne devuelve con más fuerza que nunca a su personaje al primer plano, necesario sin duda para complementar el peso principal.
En un segundo plano Daryl y Aaron comienzan juntos la búsqueda de nuevos habitantes para el refugio con un nuevo guiño a la "W" marcada en la frente de dos nuevos zombies, una de los secretos mejores guardados en esta quinta temporada. Ambos entienden ver vida humana en una lejanísima luz que les lleva a un zombie atado de pies y manos a un árbol y de nuevo con la "W". ¿Morgan?
Por otra parte Carl continúa persiguiendo a Enid a las afueras de Alexandría y ambos entremezclan la vitalidad de la juventud con la madurez ante el acercamiento a la muerte en el bosque. Enid le explica a Carl que necesita eso para vivir en una escena repleta de tensión adolescente sin beso que la chica cierra de maravilla con un "Ahora vivimos en su mundo (el de los muertos vivientes), pero bien, tú también me tienes miedo".
Pero realmente el punto álgido del episodio se centra en Michonne, que siguiendo los pasos de una desaparecida Sasha, despierta del largo letargo en el que le ha sumido Alexandría para recuperar sin la necesidad de su katana su verdadera personalidad. El ágil flashback facilita la regresión de Michonne para recuperar su verdadero yo ante los zombies y sobre todo ante la realidad que viven. Y llegó su protagonismo.
Todo lo que vemos a partir de ahí es una inteligente estratagema que centra la supuesta explosión del nexo de Alexandría, la lucha entre Rick y Pete por Jessie. Los sentimientos se superponen al discurso en el la supuesta supervivencia del refugio y como siempre, los más peligrosos en este esquema son los propios humanos. Ya lo dijo Rick, ellos son The Walking Dead.
Declaración de amor de Rick y a la guerra:
Jessie: ¿Por qué lo haces Rick? Tenemos que hacernos cargo de nosotros mismos
Rick: Sólo necesito que me digas que sí
Jessie ¿Lo harías, haría esto por cualquier persona?
Rick: No
Jessie: Sí
Pete entra en acción y la disputa se torna en violencia, en un circo indisoluble en la calle frente al resto de ciudadanos que se mantenían en el refugio. Rick cree vencer, deja insonsciente al marido de Jessie y, pistola en mano, se envuelve en su carcasa oscura de líder que tanto nos gusta. Mata para salvar, rompe los ideales, se adhiere al nuevo mundo, quiebra la civilización a base de violencia y se desenmascara ante toda Alexandría.
Rick a Deanna: Pretendes saber cuando en realidad no lo sabes, tenemos que vivir en el mundo real.
La cámara late ante Rick, que se postra demacrado en rodillas con pistola en mano amenazando con una forma de vida. Pero en una escena en la que nadie se enfrentaba al arma, la regresión de Michonne supone una sorpresa imponente que de un zarpazo derriba a Rick, a su discurso y a nosotros, que no nos queda más que aplaudir ese final mientras nos concienciamos de cómo terminará explotando Alexandría en la season finale.
Simplemente no dejo que Rick lo contara todo, para luego mover con tranquilidad la siguiente pieza. Michone no solo es fuerte no ágil; le gana la inteligencia.
Yo pensé que Michonne apoyaría a Rick, si volvió la que era antes, no entiendo nada de este final :S