Agents of SHIELD vuelve con más ganas que nunca. Habiendo encontrado su sitio durante la segunda temporada, la serie de Marvel y ABC Studios se desmarca un poco del encorsetamiento provocado por las películas, originando una trama propia sólida e interesante. La llegada de los Inhumanos a la vida de Coulson y los suyos fueron un soplo de aire fresco, por lo que se han aferrado a ello para dar pie a la tercera temporada.
Este primer episodio, llamado Laws of nature (Leyes de la naturaleza), hace honor a su título estableciendo en sus 45 minutos de duración cómo es y cómo funciona el nuevo mundo al que han de enfrentarse los agentes tras los sucesos acontecidos en la temporada anterior. Ahora la Humanidad debe lidiar con un peligro del que apenas se tiene consciencia, que vive entre ellos y que ha estado dormido durante siglos: los Inhumanos.
El despertar de esta nueva raza, según nos explica Bobbi –quien esperemos, salga pronto del laboratorio- está dándose tan solo en seres humanos cuya predisposición genética les hace aceptar la Terragenésis. A lo largo y ancho del globo, cientos de personas comienzan a utilizar los elementos a su alrededor como un arma potencial. Ese es el caso de Joey, interpretado por Juan Pablo Raba, un tipo normal y corriente que de un día para otro comienza a derretir todo aquello que esté a su alrededor.
(A modo de apunte fuera del análisis del episodio, he decir que minipunto a Agents of SHIELD por introducir al primer personaje gay del UCM –o UTM-, como siempre la televisión adelantándose al cine.)
Gracias al descubrimiento de Joey somos testigos de cómo está funcionando SHIELD ahora. Por una parte Daisy, Mack, Hunter y Coulson siguen siendo agentes de campo, sobre todo los dos primeros quienes quizá sean el dúo con más posibilidades cómicas de la serie. Ver trabajar a Músculo y Fiesta, como los define Joey en cierto momento, es realmente divertido. La joven agente parece cada vez más acostumbrada a sus poderes, así como a la vida dentro del Quinjet. No tanto así está Coulson, a quien todavía le quedan secuelas por la pérdida de su mano derecha. Aun con su más y sus menos, todos parecen habituado a las nuevas leyes del mundo en el que viven.
En el otro lado de la moneda están Bobbi, Fitz, May y…Simmons. Bobbi se ha alejado del trabajo de campo, pasando a ser agente investigador. La nueva bióloga a bordo tiene que lidiar con varias cosas, tanto a nivel emocional como a nivel profesional, ya que la frustración se reparte a partes iguales. La antaño mente fría del escuadrón de Coulson deja entrever que veremos una temporada más vulnerable, sobre todo con Hunter. Esto no nos extraña teniendo en cuenta que la pareja tiene un más que posible spin off en el horizonte.
Por otra parte, la pareja por excelencia de Agents of SHIELD está reviviendo de nuevo la pesadilla de la segunda temporada. Si en ésta veíamos a Fitzsimmons separados por una cuestión emocional, ahora que eso se ha superado, la pareja vive un alejamiento físico. Fitz es consciente de Jemma no vuelva nunca pero al ingeniero eso le da igual, no se dará por vencido. La escena final de él gritándole al monolito es desgarradora y potente; Fitz es el único del grupo que no acepta las nuevas leyes naturales de su mundo, y ese grito es la liberación de la rabia y el miedo.
¿Pero qué pasa con May y Simmons, entonces? De la primera apenas tenemos noticias más allá que sigue de vacaciones. May se está tomando su más que merecido tiempo, por lo que podemos estar seguro de que su regreso será espectacular. Respecto a la segunda, lo único que podemos decir es ¿dónde está? Mi apuesta personal es el hogar original de los Inhumanos, pero a saber. Crucemos los dedos para que sobreviva y el equipo vuelva a estar completo.
Para finalizar esta extensísima review, cabe señalar que la temporada comienza con fuerza presentándonos a los dos villanos de la temporada. Una espectacular y fiera Rosalind Price –interpretada por Constance Zimmer- y un misterioso y brutal Lash, un ser que al igual que Coulson y Rosalind, busca Inhumanos por el mundo. Esperemos que todo sea tan bueno como lo presentado a inicios de temporada.