Las buenas vibraciones del primer episodio de esta tercera temporada se siguen manteniendo en este segundo. En una semana repleta de rumores y supuestos enfrentamientos en el equipo directivo de Marvel, en la que entre otras cosas se hablaba de una posible cancelación de la película de los Inhumanos, Agents of SHIELD los ha puesto justo en el centro de la historia. Como siempre todo lo que acontece a partir de ahora son spoilers tras spoilers.
Purpose in the machine continúa las tramas que comenzasen en el episodio anterior. El bloque de arcos argumentales parecen haberse construido en base a tres grandes problemas: el Inhumano (o no) que mata a otros Inhumanos, la reconstrucción de SHIELD y ahora, Hydra. Sin embargo y antes de centrarnos en las dos tramas que seguramente serán el leitmotiv de la temporada, es necesario mirar hacia dentro, hacia el equipo. Porque antes que agentes de SHIELD, todos son un equipo y en este episodio han demostrado estar todos a una.
En una buena jugada de introspección, la serie ha jugado con el papel del Dr. Garner, ex marido de May. Su llegada a la nave y sus conversaciones con Daisy nos dan la clave para entender cómo de importante va a ser la chica en los acontecimientos venideros. A lo largo de la serie estamos siendo testigos de la creación de una líder y una superheroína, recordad mis palabras cuando –ojalá-llegue a formar parte de Los Vengadores. Aunque parece que todavía para eso queda, ya que Daisy está más centrada en sus compañeros y el bienestar de SHIELD que en salvar al mundo.
Al igual que una máquina perfecta que necesita que todas sus piezas encajen, los agentes en este episodio han tenido que unir sus fuerzas y superar diferentes pruebas para encontrar el eje que devolverá todo a como estaba antes: Jemma Simmons. La fe de Fitz es puesta a prueba una vez más, pero éste no se rinde así como tampoco lo hace la fe de Coulson en su pupilo. Bobbi se aferra también a su entusiasmo, lo que hace que Mack y Daisy acaben arrimando al hombro e ir a una misión casi suicida para traer de vuelta a la médico de SHIELD. Es curioso comprobar cómo la persona escéptica del grupo, Hunter, se marcha antes que pase nada porque él tiene que traer al otro eje de vuelta.
La misión de rescate de Fitz tendrá quizá los toques de humor y cientifismo que se respiran en los cómics clásicos de Marvel. Conectar además de manera inteligente Asgard y los Inhumanos trayendo de vuelta a Rudolph le da cierta continuidad a la historia. La inestimable ayuda del borrachuzo físico asgardiano es crucial para traer a Jemma de vuelta. Si a esto le unimos además conexión con la Inglaterra del S.XIX y máquinas sacadas del mejor universo Steampunk, la trama de este episodio gana en innovación. Además, por supuesto, por el buen pulso y la tensión de la escena final hasta que el monolito se rompe.
Tal y como se ha dicho antes esta máquina perfecta que son los miembros de SHIELD tiene todavía una pieza suelta, algo que no termina de encajar. Hablamos de May, quien vive en una jubilación anticipada y pasa los días jugando al golf. Como dice su padre tiene muchos asuntos que resolver y huir no es una opción. Afortunadamente para ella, la otra pieza discordante del grupo y que tiene, curiosamente, un pasado bastante similar al suyo va en su busca para tratar de alcanzar al enemigo común: Hydra.
Volver a ver a Ward ha sido justo lo que necesitaba esta temporada para ganarse el título a “la de mayor hype de las tres”. El ex agente vuelve a ser el sádico que conocemos, maquinando una Hydra más grande, mejor y más compacta con objetivos claros. ¿A quién reclutar mejor sino a aquellos que alguna vez fueron parte de la organización? Un nuevo Von Strucker se une a un Ward con un complejo de melomanía cada vez mayor, dispuesto a arrasar con todo.
En conclusión Purpose in the machine ha sido un episodio necesario para que la perfecta máquina de SHIELD cerrase los últimos hilos que le quedaban con la temporada pasada –Simmons, el Monolito- y así seguir adelante con nuevas tramas. Inhumanos, mención a los “Guerreros Secretos”, nombre en clave para Daisy/Skye…pequeñas pistas para lo que está por venir y que no hacen sino aumentar las ganas de ver el siguiente.