Juego de Tronos es sin duda uno de los mayores fenómenos de la actualidad, ya hablemos desde el punto de vista literario, televisivo o del merchandising, todo lo que esté relacionado con la obra de George R. R. Martin desde que la serie de la HBO comenzó, se ha convertido en un punto de referencia para todos los amantes de las historia de Hielo y Fuego.
Pero claro, os preguntaréis a qué viene este sopor de párrafo que acabáis de leer si todo eso ya lo sabíais. Pues porque se ha dado un paso más, en este caso en Canadá, donde habría que debatir si son unos visionarios o unos locos por impartir clases de literatura sobre Juego de Tronos. Sí, tal cual.
En la University of British Columbia se imparte una asignatura de literatura llamada "Canción de Hielo y Fuego como medievalismo contemporáneo", obligando a los estudiantes que la cursen a que se lean los hasta ahora cinco libros y por supuesto que vean la ficción televisiva de HBO. ¿Y ahora qué?
La información que saca a la luz The Independent deja entrever que los profesores aclaran que tanto la serie como los libros se empiecen a leer antes de empezar el curso "o será un problema para que se pongan al día", aunque se da por hecho que si hay gente apuntada en esa clase (que estará llena, sin duda) se habrán leído y releído los libros con sumo placer.
La reflexión ha ido más allá de un análisis en una publicación sobre Juego de Tronos, ya que la optativa pretende proponer temas de discurión de todo tipo sobre la ficción: desde los monstruos, la política, las mujeres, los impedimentos físicos o la sexualidad, a lo que añaden que si el alumno no está preparado para escenas de sexo de un alto contenido, "tal vez quieran hacer un curso diferente".
Aunque pareca mentira, no es nada descabellado escarbar en el vasto universo que propone George R. R. Martin en Juego de Tronos, sobre todo si trazamos un paralelismo histórico entre los hechos que presenta inmersos en los libros, algo que se presenta como hecho fundamental.
A más de uno quizás le de por empezar a buscar vuelos a Vancouver, que nunca se sabe dónde acabaremos después de que finalicen los libros y las series...aunque para eso da la sensación que todavía nos quedan algunos añitos.