Nos dijeron que los poderes no serían fundamentales en Jessica Jones, al menos en ella, que sería la nueva heroína sin máscara que se alcoholiza intentando dejar su pasado atrás. Pues va a ser que no, Marvel no permitiría que se tardara más de un episodio para que tres de sus personajes ya pusieran sus cartas y poderes sobre la mesa. Jessica, Luke y Killgrave.
Kristen Ritter (Jessica) y Mike Colter (Luke Cage) funcionan en pantalla, es algo fundamental para el devenir de la ficción y su primer 'encuentro' en el bar es un choque de miradas constante ante el juego de niños que significa el combate contra el equipo de rugby. El modo de pelear de Luke y las miradas que deja a la cámara son dignas del fanatismo Marvel. Es cierto que la batalla es lo que es, no es la mejor de todas ni destaca por su espectacularidad, pero están en un bar, con gente, cuidando los detalles y escondiendo en cierta manera quiénes son, algo que destapan por el bien común, que a saber cuál es.
En este segundo episodio conocemos más de Jessica Jones, sobre todo porque se abre la puerta a personajes secundarios como los vecinos, las idas y vueltas con Erin (la atleta), la abogada Jeri y sobre todo Trish "Patsy" Walker, la mejor amiga de Jessica si es que se le puede llamar de alguna manera. Ella misma dice que esas son sus debilidades, tener gente cerca, algo que Luke Cage rompe desde todas las perspectivas en dos episodios. Ella lo sabía, ahora él lo sabe.
Y es que los últimos siete minutos del segundo episodio son pequeños zarpazos al espectador después de un buen episodio, que sin duda mejora la presentación del primero y pone los suficientes puntos sobre la mesa como para que nos vayamos agarrando para lo que viene, que no es ni más ni menos que el mentalismo del señor Killgrave (AKA Hombre Púrpura).
Quizás no me convenza la voz en off, su utilización, el que simplemente sea una narración vacía que apoya imágenes que de por sí tienen fuerza, como la doble escena con la cucaracha y todo lo que conlleva. No deja de ser un detalle, pero parece que será un apoyo constante en la soledad de la heroína, esa a la que todavía espero rechazar el traje y alias.
Me encanta Carrie-Anne Moss en el papel de Erin, me convence más aún el tándem Jessica-Cage y estoy deseando ver en acción a Tennant, porque esa última escena del episodio sólo muestra un detalle de lo que podemos disfrutar de cómo Melissa Rosenberg ha puesto en marcha la maquinaria pesada desde el inicio. Killgrave, querido, aparezca con su traje púrpura que estamos deseando verle en acción, sea nuestro Joker.