Comienza una nueva semana. Una semana santa que abrazamos más que nunca este lunes gracias a la llegada de un nuevo capítulo de El Ministerio del Tiempo. Emprendemos un nuevo viaje por el tiempo junto a nuestros agentes favoritos que, llueve o nieve, siempre salen a ejercer su estación de penitencia.
Esta semana nos trasladamos al comienzo del capítulo a la época de Amelia, que en su incansable búsqueda de Julián decide desentrañar los misterios del mas allá, y experimentar con una antigua Ouija para que los muertos le revelen el estado de su compañero. Sin embargo tras obtener la respuesta de que al parecer sigue con vida, solo obtendrá una palabra como respuesta a sus preguntas... Houdini. El gran mago escapista que asombró al mundo entero a principios de siglo XX.
Sin embargo la acción principal nos traslada al Madrid de 1924, a una reunión de creyentes de lo paranormal, entre los que se incluyen ilustres personajes de nuestra historia como Ramón María del Valle-Inclán o Santiago Ramón y Cajal. Quienes presencian el gran don de Joaquín María Argamasilla, otro personaje real de nuestra historia del que se decían que tenía visión de rayos X, y quienes le financian un viaje a Estados Unidos para retar y demostrar sus poderes al gran Harry Houdini. Sin embargo, este viaje tendrá unas segundas intenciones, y es que Argamasilla, agente del Ministerio del Tiempo en los años 20, planea venderle nuestro secreto a los americanos, ni más ni menos que a J.Edgar Hoover, fundador de la agencia conocida hoy como el FBI. Algo que deberán detener nuestros agentes usando la tapadera de El Gran Benito, un poderoso vidente (y es que venir del futuro y conocer las vidas de todos los ilustres, da una cierta ventaja). Al sorprender con sus poderes a Ramón y Cajal, también será invitado a viajar a Nueva York y conocer en persona al mago mas poderoso de la época.
¿Pero quién se cree este tipo que es, Magneto?
De nuevo los americanos y Darrow se cruzan en los intereses del Ministerio del Tiempo de proteger el secreto mejor guardado de nuestro país. Y en medio de todo este lío, Lola Mendieta, quién en su bipolaridad moral decide ayudar a nuestros agentes a proteger a Argamasilla, quién se convierte en un blanco perfecto tanto para proteger la reputación de Houdini como para que el secreto de las puertas del tiempo no caigan en manos del FBI.
Llegados a la que era conocida como una de las capitales del mundo, pronto serán citados por Houdini, quién se pasó los últimos años de su vida tratando de desenmascarar a aquellos que decían tener poderes sobrenaturales, dado su gran deseo de poder ver y hablar con su madre fallecida, y ser estafado por una de esas supuestas videntes, quién en el capítulo de hoy es la mismísima esposa de Sir Arthur Conan Doyle. Argamasilla será retado frente a la prensa a demostrar su visión de Rayos X, pero tras las amenazas recibidas decide fallar de cara al publico, fallando en todas las pruebas, pero demostrando a alguien como Houdini que nadie podría fallar en todas y cada una de las posibilidades, salvo que lo hiciera a propósito. Por lo que consigue ganarse los favores del gran mago.
Por otro lado, en la época presente, Irene descubre que detrás de esta venta a los americanos se encuentra la ahora sub-secretaria del Ministerio del Tiempo Susana Torres, de modo que tras la mas que evidente traición al Ministerio y al país, comenzará a mover hilos junto a Ernesto para traer de vuelta a nuestro querido Salvador.
De nuevo en 1924, Houdini invitará a Argamasilla y al Gran Benito, tras demostrar ambos sus grandes virtudes, a una fiesta privada. Pero la cual acaba convirtiéndose en una trampa y el intento de asesinato de Argamasilla. Houdini, haciendo uso de sus poderes huye del escenario junto a los 4 agentes. Sin embargo todos son trasportados a apenas unas horas antes de la fiesta... y es que todos los poderes que se le atribuyen al gran Harry Houdini, provienen de su poder de viajar brevemente atrás en el tiempo. Y de paso, tras el altercado, uno de los agentes de Darrow es detenido durante la fiesta.
Como agradecimiento por salvarles, el Ministerio del Tiempo permite una breve visita de Houdini a la Hungría de finales de siglo XIX, época en la que su madre aun vivía, para poder verla una última vez, con la promesa de que guardará el secreto de las puertas del tiempo. Y de nuevo en 2016, Argamasilla es reclutado como nuevo miembro del ministerio, cosa que ya era en 1924, pero alguien con su talento no se puede desperdiciar así como así.
Tras un nuevo capítulos de idas y venidas y numerosos giros de acontecimientos, nos toca despedirnos del Ministerio del Tiempo que la semana que viene volverá con más, y mejor, con entre otras cosas el regreso en imágenes (al menos temporalmente) de Julián y sus aventuras en Cuba.