Ya estamos calentando nuestros asientos para ver el nuevo capítulo del único ministerio español que nos alegra cada semana. Sí, el Ministerio del tiempo abre esta noche sus puertas por decimonovena vez para conseguir que el descubridor de las Américas llegue a buen puerto.
En este nuevo capítulo titulado "Tiempo de lo Oculto", Salvador, Irene y Ernesto tendrán que lidiar con un viejo conocido que está dispuesto a desvelar el secreto mejor guardado del Gobierno, la existencia del Ministerio del Tiempo. Mientras, Amelia, Alonso y Julián tendrán que viajar a la época de los Reyes Católicos para evitar que éstos rechacen la propuesta del intrépido y famoso descubridor de financiar sus viajes a las Indias Orientales.
Por supuesto hablamos de Cristóbal Colón, que a estas alturas, todo el mundo lo conoce, aunque aquí queremos hacer un breve repaso de su vida para aquellos despistados que se durmieron durante sus clases de historia.
Cristóbal Colón nació hacia el año 1451 en territorio de la República de Génova (hoy parte de Italia). Fue un hombre muy polivalente (navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de lasIndias Occidentales), aunque parece ser que Colón empezó como artesano y comerciante modesto y que tomó contacto con el mar a través de la navegación de cabotaje con fines mercantiles.
Cristóbal tuvo siempre vocación por el mar y se dedicó a la venta de mapas y cartas siendo muy joven, además de adquirir una formación autodidacta: aprendió las lenguas clásicas, que le permitieron leer los tratados geográficos antiguos (teniendo así conocimiento de la esfericidad de la Tierra, defendida por Aristóteles o Tolomeo y comúnmente aceptada entre los estudiosos del siglo XV), y empezó a tomar contacto con los grandes geógrafos de la época (como el florentino Toscanelli).
Hacia 1483-1484 Colón defendió su proyecto de circunnavegación ante los portugueses, que lo rechazaron. No fue hasta el 20 de enero de 1486, cuando los Reyes Católicos lo recibieron por primera vez en Alcalá de Henares (Madrid). Con la ayuda de una junta de expertos, se propusieron valorar el proyecto colombino. A pesar de que muchos no daban crédito a lo que prometía, nunca le faltaron protectores. En su mayoría frailes con influencia ante los Reyes, como el buen astrólogo y entendido en navegación, fray Antonio de Marchena, el maestro del príncipe don Juan, fray Diego de Deza, y por último y decisivo en 1491 y 1492, fue el fraile de La Rábida, Juan Pérez. Además contó con el apoyo de algunos cortesanos distinguidos, como fue el caso de Luis de Santángel, Juan Cabrero o Gabriel Sánchez.
Los Reyes Católicos decidieron respaldar su plan y el 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe o documento-contrato, que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje para llegar a las Indias Orientales y establecer una nueva ruta comercial entre occidente y oriente, aunque claro, todos sabemos cómo acabó el viaje ¿no?
Cristóbal Colón murió a causa del síndrome de Reiter (también conocido como artritis reactiva) el 20 de mayo de 1506 en Valladolid. Sus últimas palabras de fueron: "En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu".