La renovación de Supergirl, la serie protagonizada por Melissa Benoist, se estaba haciendo de rogar. Después de unos Upfronts que se han cebado con las heroínas televisivas, como Agent Carter o el cierre definitivo al proyecto de Marvel’s Most Wanted, la posibilidad de una segunda temporada para Kara Zor-El pendía de un hilo muy fino.
Los rumores acerca de un posible traslado de la serie a su cadena hermana, The CW, se hacían fuertes en las redes. Las posibilidades de un traslado no eran descabelladas: CBS posee derechos e inversiones de The CW, por lo que no sería extraño que enviasen a la kryptoniana a esta otra cadena. Finalmente y después de varias horas de incertidumbre, CBS anunciaba que Supergirl volaría hasta la CW. Greg Berlanti, productor de la serie, tiene allí su pequeño universo DC: Arrow, Flash y Legends of Tomorrow.
Este traslado, motivado por el alto coste de los episodios de Supergirl, tiene dos consecuencias inmediatas: el descenso del presupuesto para la elaboración de los episodios, y un abanico enorme de posibilidades para cruzar universos. El crossover vivido entre Flash y Supergirl fue una buena muestra de que, pese a su tono ligero y afable, la heroína de la casa de El tendría un sitio en universo “Flarrow”.
No podría haber más ganas de ver a Kara volando por Central City, ayudando a Oliver y viajando por el tiempo en la Waverider.