[Review] Juego de Tronos: 6x06: "Sangre de mi sangre"

Hoy superamos ya la mitad de temporada con este sexto episodio de la sexta temporada de Juego de Tronos. Un capítulo dónde se fortalecen las tramas en Desembarco del Rey, Colina Cuerno, el Mar Dothraki Braavosy por supuesto la trama de Mas allá del Muro protagonizada por el rey de esta temporada, Bran Stark.

Y precisamente con él comienza el capítulo de hoy, huyendo de la horda de Caminantes Blancos que presuntamente han acabado con nuestro querido Hodor, un enigma que nos será aclarado mas tarde ya que no hay tiempo de pararse a mirar atrás. Durante la huida, Bran sigue en trance, y en sus sueños vemos unas imágenes fugaces de diversos momentos de la historia de Poniente. Desde dragones sobrevolando ciudades (puede tratarse del antiguo reino de Valyria), hasta la demencia del Rey Aerys II Targaryen y su demencial obsesión por el fuego Valyrio, pasando por imágenes de la familia Stark como la decapitación de Ned o la búsqueda de su hermana siendo joven, y las más llamativas, las de la Boda Roja, algo de vital trascendencia en el episodio de hoy, y lo que abre nuevas teorías sobre el regreso de un muy esperado personaje de Canción de Hielo y Fuego. Mientras, las fuerzas de Meera se desvanecen, y no puede hacer más que abrazar a Bran mientras espera su trágico desenlace, sin embargo cuando son alcanzados por sus temidos perseguidores, una misteriosa figura acaba con los Caminantes Blancos con un gancho y un misterioso artilugio que porta fuego Valyrio. Pero cuando la cámara enfoca a nuestro salvador, de su misterioso rostro tapado con un pañuelo solo alcanzamos a verle los ojos. Unos ojos muy familiares. Damas y caballeros, pónganse en pié pues acaba de hacer su aparición en Juego de Tronos el mismísimo Manosfrías.

Pero sin apenas tiempo de degustar el momento, nos trasladamos de inmediato al sur del Muro, en un carruaje camino de Colina Cuerno, el lujoso hogar de la familia Tarly y en la que Sam confía poder dejar a Gelly y a su hijo, mientras prosigue con su tarea de convertirse en maestre y volver al Muro una vez conseguida la cadena que les caracteriza. Pero a pesar del caluroso recibimiento de las mujeres de la familia, si Sam abandonó a su familia para reclutarse en la Guardia de la Noche fue por una buena razón, el odio extremo de su padre por sus nefastas habilidades en combate. Y tras una cena de cortesía Sam es invitado a marcharse del que ya no es su hogar. Dicho y eso, Sam decide marcharse, pero no a la mañana siguiente, si no en el transcurso de la noche, llevándose consigo a Gelly y su hijo (quienes fueron invitadas a quedarse en Colina Cuerno), y también el mas preciado tesoro de su padre, una espada de autentico acero Valyrio.

Y cruzamos el Mar Angosto hasta las costas de Braavos, allí la chica sin nombre continúa su entrenamiento, y cada vez acecha más a su próximo objetivo, una actriz de teatro que representan obras de icónicas escenas de la saga; desde la traición de Ned, hasta la Boda Púrpura. Sin embargo en el último momento la chica se arrepiente de la tarea que le solicitó Jaqen H'ghar, salvando de una muerte segura a la actriz, y trazando un plan de huida que comienza por recuperar la principal seña de identidad de Arya Stark, su espada Aguja. Algo que por supuesto tendrá represalias, y a su compañera en la Casa de Blanco y Negro le ordenan acabar con Arya.

De nuevo en Poniente trazamos rumbo a Desembarco del Rey, allí la Reina Margaery está a punto de realizar su paseo de la expiación, algo que forma parte de una muy estudiada estrategia (un nuevo movimiento crucial en este despiadado Juego de Tronos) de los Lannister y los Tyrell para rescatar a sus dos hijos de las garras del gorrión supremo, y de paso acabar con la vida de este y todos los que controlan la ciudad y su corte en nombre de los Dioses. Todo iba según lo previsto hasta que el Rey Tommen aparece en escena, para anunciar una unión entre la Corona y la Fe, unión perdida hace mucho tiempo y en cuyos pilares se basará el reinado del joven Baratheon junto a su esposa, líder de esta fantástica estrategia para volver al poder, en lugar de huir como una vulgar rata junto a su familia. Jaime Lannister es despojado de su capa blanca por su traición a los Siete, y es enviado a reconquistar Aguasdulces en nombre de Walder Frey.

Un Walder Frey que se entera atónito de haber perdido uno de los grandes baluartes de la tierra de los ríos, que vuelve a estar en manos de la familia Tully, gracias a un asedio liderado por el Pez Negro. Inmediatamente ordena que se recupere Aguasdulces, algo para lo que necesitará infinidad de aliados, ya que tras la Boda Roja muchas son las familias que dejaron de prestar su apoyo a los Frey, y entre los plebeyos gobierna la Hermandad sin Estandartes que tampoco les tienen especial cariño a esa familia de traidores. Ademas del apoyo del formidable Jaime Lannister, los Frey cuentan como principal arma a Lord Edmure Tully, sobrino del Pez Negro y hermano de la desaparecida Catelyn, con quien intentarán extorsionar al ahora dueño del castillo de Aguasdulces.

Y encaramos la recta final de este sexto capítulo de Juego de Tronos, volviendo con el protagonista principal de esta temporada. Bran y Meera se detienen a descansar con su salvador, que no era otro que su tío, Benjen Stark. Un Benjen irreconocible, desfigurado, sus manos negras y muertas le delatan que hace mucho que dejó de ser humano. Y así se lo hace saber a su sobrino, anunciándole que fue alcanzado por un Caminante Blanco pero salvado de su fatal destino gracias a que una de las hijas del bosque clavó en su corazón una hoja de acero valyrio, convirtiéndolo en un muerto viviente.

Pero aun nos faltaba un final épico. Algo con lo que poner la guinda a este fantástico episodio de Juego de Tronos que en esta sexta temporada están exprimiendo el factor sorpresa y la grandiosidad de sus escenas al máximo. De nuevo cruzamos el Mar Angosto pero dejamos muy atrás Braavos para aterrizar en el Mar Dothraki, allí Daenerys Targaryen al frente de su Khalasar pone por fin un rumbo a su destino, conquistar Poniente a lomos de sus dragones, literalmente hablando a lomos de Drogon, pronunciando un discurso hiper motivador a los Dothrakis que la seguirán a muerte hasta el mismísimo Trono de Hierro.