Como ya hicieran en la segunda temporada para hacer más llevadera la ausencia temporal de Julián (Rodolfo Sancho), El Ministerio del Tiempo (2015-) rodó a principios de abril un audiodiario para explicar qué fue del carismático Pacino (Hugo Silva) en los meses que han transcurrido desde que dejara la patrulla para volver a su época y hasta su reincorporación en el primer episodio de la tercera temporada. Se llama ‘Una llamada a tiempo’, y finalmente RTVE lo ha publicado en su página web al completo -al contrario que la emisión semanal del primero-, quizá como regalo para los ‘ministéricos’ tras el extrañísimo retraso de 17 días de la fecha de estreno de la temporada.
Compuesto de cuatro entregas ('Tiempo de ayuda', 'Una decisión a tiempo', 'Tiempo de goles', 'Tiempo de rock') de duración no superior a siete minutos, esta apuesta de RTVE y los responsables de El Ministerio del Tiempo demuestra, por si hiciera más falta, un conocimiento profundo de los hábitos de consumo del espectador moderno, que en muchos casos prefiere ver las series a la carta. Los contenidos estrictamente sonoros se prestan al consumo en cualquier momento y lugar, y más si son breves.
Con Silva y Jaime Blanch (Salvador) como personajes centrales, ya que todo se organiza como una cadena de llamadas entre ellos, 'Una llamada a tiempo' relata una serie de misiones que el jefe y el empleado discuten, y que les lleva a diferentes lugares, con el humor, el espíritu didáctico y la sorna característica de El Ministerio del Tiempo. Sin entrar a desglosar los detalles, que los oyentes deben disfrutar por sí mismos, aquí se cruza el fútbol, Pepe Botella, Paul McCartneay o Rock-Ola, antes de cerrar con un pequeño cliffhanger. Imprescindible para seguidores de la serie, y un estupendo aperitivo para el estreno de los nuevos episodios, el próximo jueves día 1.