Lo intangible del Centenario

En los instantes previos al Valencia-Espanyol me pongo a escribir la columna de opinión que tienes ante ti. Dudo si esperar a que acabe el partido para resumir una semana que, de nuevo en términos valencianistas fue cuanto menos intensa. Sí, porque resultado liguero al margen, la semana nos deja una nueva alegría europea en forma de victoria en el Celtic Park.

El triunfo ante los escoceses fue celebrado de forma especial, entre otras cosas, porque acercan al equipo un poco más a uno de los anhelos del valencianismo: que su equipo dispute y gane una final en el año del Centenario. Porque, con la calma de un lunes, todos sabemos que entrar en Champions y el dinero que ello conlleva son vitales para la supervivencia económica de la entidad. Pero eso, aunque alimenta el bolsillo, no alimenta el espíritu.

Entrar en Champions y el dinero que ello conlleva son vitales para la supervivencia económica de la entidad. Pero eso, aunque alimenta el bolsillo, no alimenta el espíritu.

Y esa es la principal razón por la que los aficionados se acercan a un estadio, a un televisor, a ElDesmarque, para saber qué pasó con su equipo. Por amor, por sentimiento, por sentido de pertenencia y orgullo. No conozco a nadie que un lunes mire un balance contable; pero sí muchos que sonríen cuando se toman el café en el bar o cuando llegan al trabajo y comentan cuándo, cómo y dónde vieron a su club. Son los mismos que, en silencio o a puro grito, sueñan ya con volver al Villamarín para la final de Copa o que han buscado ya dónde está Baku para ir a una hipotética final de la Europa League.

Son, básicamente aquellos que se emocionaron este viernes al saber que la bandera del Centenario volverá a ondear por las calles de Valencia el próximo 18 de marzo con motivo de la marcha cívica organizada para conmemorar la efeméride. Desde Mestalla hasta el Ayuntamiento, ahí mascletà y luego Ofrenda a la Virgen.

Son esas cosas que hacen que un club cumpla cien años de vida con una salud de hierro porque su base social, el estrato intangible que lo sustenta, está ahí al pie del cañón. Ellos, miles o millones, son los que, como un servidor, reclaman que el Centenario se celebre como toca. Porque de lo que este año acontezca nos acordaremos toda la vida. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia.