La visita del Cádiz al Reale Arena ha marcado un punto y aparte para el club, la afición y quién sabe si en el devenir de próximos encuentros. La enésima polémica en contra ha provocado que la entidad se plante y lance, a través de su presidente, un contundente comunicado para representar el sentir del cadismo y exigir el respeto que merece un equipo de la máxima categoría.
Probablemente desde fuera esto parezca una pataleta más o menos fundamentada después de la derrota contra la Real. Pero no, esta reacción es fruto del cansancio acumulado, de ver cómo las polémicas no cesan y los puntos se escapan. Y en plena lucha por la permanencia, no es que el Cádiz pueda permitirse ese lujo.
Lo que molesta, al menos para este que escribe, no es que piten una acción en contra o a favor, sino la arbitrariedad de los criterios. Todas las decisiones tendrán su fundamento en la normativa, pero si la mano de Negredo se castiga... ¿por qué no se pitó la del Elche? Si parecen acciones iguales. Mención aparte tiene el clamoroso penalti sobre Perea contra el Granada, ese no tiene justificación ninguna.
Siendo honestos, la propuesta ofensiva del conjunto amarillo hasta el penalti de Negredo fue bastante pobre. Poco control de balón, principalmente en campo propio, y muchas pérdidas; aunque tampoco los locales brillaron más allá de un par de acercamientos de Isak. Pero hasta ahí duró el partido, la mano castigada por el VAR minó la moral de los cadistas y la no pitada a Zubeldia los terminó de hundir.
Poco importó, entiéndase la expresión, todo lo que ocurrió después de estas dos acciones que marcaron el partido. No había más que echar un vistazo a las redes sociales para apreciar la indignación del cadismo y cómo las ganas de seguir viendo el partido buenamente se esfumaban.
Comentaban durante la retransmisión la inacción de Cervera y el propio técnico lo reconocía más tarde en sala de prensa. ¿Pero qué se hace en situaciones así? Cualquier que conozca un poco al entrenador sabe todo lo que se le pasaría por dentro, como a cualquier aficionado, pero expresarlo ya ha traído cola. Muy acertado estuvo también Salvi, que tirando de ironía dejó bastante claro el sentir del vestuario en la entrevista después del encuentro.
Si en mi última valoración destacaba el orgullo por la entereza del equipo ante el Atleti, en esta ocasión toca alabar la decisión del club. Quién sabe cómo influirá en el futuro más próximo del equipo, lo único cierto es que, como también reflejan muchos aficionados, el Cádiz acierta poniendo los puntos sobre las íes.