Cuando para la última media hora salieron al campo Kanté, Ocampos, Koundé, Mount y Jordán quedó claro cómo se tomaron Julen Lopetegui y Frank Lampard este partido. Una vez hechos los deberes, turno para los suplentes. Así de claro, por mucha Champions que sea. Y fue ahí cuando se vieron las grandes diferencias entre el potencial de uno y otro club. Fuerzas igualadas en armas principales pero más débiles los recursos secundarios por Nervión. Me importa poco lo que hiciese Lampard. Mucho más la que organizó Lopetegui, quien se ha puesto un peso encima tremendo: ganarle al Real Madrid como sea. Es el partido en el que lleva pensando muchos días, así que...
No se trata de demonizar las rotaciones. Pero sí insistir en hacerlas con algo más de equilibrio. Hay atenuante por las lesiones, pero si el destino ha querido que las lesiones te aturdan justo a las puertas de dos partidos de enjundia no lo compliques todo aún más con experimentos diabólicos. Acabas convirtiendo todo en un salto al vacío enganchado a una bolsa del Mercadona en lugar de con un paracaídas. Si faltan siete titulares no ha habido rotaciones en el Sevilla sino que el que ha rotado es el Sevilla FC. Que es distinto. Muy distinto. Si Óscar juega junto a Fernando y Jordán se parecerá más al Óscar que fichó Monchi. Si juega en el centro del campo en vez de arriba y con Franco Vázquez pululando por ahí y Gudelj cangrejeando pues nunca podremos ver a ese deseado Óscar. Sirva este ejemplo para muchos más. Rotaciones equilibradas y nunca más de uno por línea en partidos de este nivel.
No haré sangre de Sergi Gómez. El partido deja varias consecuencias y ninguna positiva. Un 0-4 tan contundente te deja tocado, por mucho que no suponga nada definitivo clasificactoriamente en el torneo. Recordaba Monchi hace poco la importancia de afrontar a tope todos los partidos. Los equipos grandes, y el Sevilla FC lo es, tienen que acostumbrarse a ganar. A jugar cada tres días y a no levantar el pie del acelerador. Tampoco se trata de exigir la victoria y menos ante un Chelsea que promete dar muchísima guerra en Europa en los próximos años, incluido ya este. Ni tampoco tirarse de los pelos por quedar segundo, aunque el sorteo pinte oscuro (empatando también lo habría sido). Se trata de salir a tope. Acostumbrarse a salir a tope. Y el Sevilla no preparó este partido a tope.
Es más, llega tocado psicológicamente a la cita frente al peor Real Madrid de los últimos años. Pero Real Madrid. El mismo equipo que no acostumbra a perder tres partidos seguidos. Y lleva dos. Si Lopetegui consuma su particular venganza dejando a Zidane contra las cuerdas saldrá airoso. Pero ¿te garantiza esto algo de cara al sábado? Aún me acuerdo cuando Unai Emery, aún el mejor entrenador que ha pasado por Nervión en los últimos 25 años, reservó a más de medio equipo en Bilbao para aquella semifinal de la Europa League en Mestalla. Perdió los dos encuentros con rotundidad, aunque terminara lo de Valencia en éxtasis milagroso. No hay dramas, pero sí es muy indigesta una noche de Champions así y veremos si el viento vuelve a virar o no.
Si miarma nosotros somos ekipito de barrio y ustedes de una calle juasjuasjuas no te das cuenta creaturita ke estás comparando a un Chelsea con el Sevillafc ,así nos haces aún más grande al compararnos con un campeón de la Champions ,pero como tú propio nicks pone viene a dar lecciones de grandeza una creaturita ke si ke no puede compararse con un Sevillafc hexacampeon de la Europa league ,supercampeon de Europa y de España ,un club ke está a años luz de tu ekipucho y vienes a dar lecciones?? Juasjuasjuas si es ke es para comérselos a estas creaturita del universo juasjuasjuas anda y saluda al ya clasificado para octavos de final de la Champions league .
La bolsa del Mercadona es la mochila de Betis, eso tenia entendido...
El chelsea es lo que es gano la champions en Múnich hace unos años y vosotros un equipito de barriada un besito a todos los luga de 22 esta noche
Comulgo totalmente con este artículo, no se puede hablar más claro. Pienso que a Lopetegui le ha primado más sus intereses personales que los del Club, y eso lo hace débil, un entrenador que obra así, descubre su flanco, su talón de Aquiles, demuestra que su prioridad está por encima del equipo y del Club. Todo es perdonable si aprende y sabe corregirlo, hoy día en fútbol se perdona muy poco.