Antes de empezar, una nota aclaratoria: ojalá todas las temporadas de LaLiga Santander contaran con esta emoción en su tramo final. Una vez dicho esto, me voy a permitir la licencia de comparar la pelea por el título que están librando el Atlético, el Real Madrid, el Barça y el Sevilla con la manida expresión y/o situación de dos enamorados intentando terminar una conversación telefónica.
¿Aquello del "cuelga tú"; "no, tú"; "no, tú"...? Pues esto es igual, pero trasladado al fútbol. Al fin y al cabo, casi todo en la vida puede trasladarse al fútbol y viceversa.
Parece que nadie quiere colgar el teléfono y llevarse el trofeo a casa. Pensarán que es de mala educación, que van a quedar fatal. O incluso que, al hacerlo, los demás se pueden enfadar. Como si esto no fuera de competir y ser mejor que el otro.
La ansiada, esperada y decisiva 'final four' de este fin de semana se saldó con dos empates que lo dejan todo igual con una jornada menos. Es decir, que de decisiva, poco o nada. Y de 'final', ni hablamos.
Pero el fondo de este artículo no va ni de teléfonos ni de trofeos. No se trata de quién cuelga antes, sino de quién cuelga mejor y por qué. ¿Esta liga está competida por el alto nivel o por el bajo? Adivinad mi opinión. Efectivamente, lo segundo.
Hay una evidente y preocupante bajada de nivel general en el fútbol español. Desconozco los motivos de una manera profunda (que darían para un debate interesante), pero soy consciente de que la pandemia ha afectado muchísimo. No obstante, en lo que concierne al apartado meramente futbolístico hay muchos deberes pendientes para todos.
Queda poco para saber quién será el primero en colgar. Y, por supuesto, no es mi intención restarle mérito al que lo haga y ni a los demás que están en la conversación. Porque, cada uno en sus circunstancias, han tenido que superar adversidades importantes para llegar aquí vivos. Esto debe ser una autocrítica global.
Sin embargo, como dije al principio de esta opinión, todos queremos esta emoción final porque es lo que mantiene vivo el espíritu de la competición. Pero en una versión mejorada, si es posible. Al menos, que este contexto sirva para elevar, como necesidad, la calidad del producto.