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Crónicas Mundialistas Rusas – El Librepensador Sampaoli

Hoy escribe en ElDesmarque Bizkaia Alejandra Herranz.
Alejandra Herranz

Lejos del Modelo de Najnudel. A Jorge Sampaoli, el entrenador de la selección argentina, le gusta decir que se considera un discípulo de Marcelo Bielsa, que se identifica con su forma de trabajar.

Cuesta creerlo, porque no se parecen en nada más que haber nacido en la provincia de Santa Fe, Argentina (en Rosario Bielsa, en Casilda Sampaoli). Mientras que Bielsa es un obsesivo del detalle más nimio de su equipo y de los ajenos, Sampaoli no planifica, no lee y no estudia rivales; ni siquiera el equipo propio. Como si fuera un librepensador.

Sampaoli quiso dejar su ideario de fútbol en su libro autobiográfico editado por Planeta: Mis latidos. Ideas sobre la cultura de juego, publicado el pasado mes de abril. Hojeándolo, se tiene la sensación de que es un compendio de lugares comunes, deseos y gestos soberbios.

“Es más complicado hacer funcionar a un equipo con jugadores que tienen que entenderse con Messi que idear un plan colectivo con jugadores normales. Cuando uno organiza una estructura donde hay un genio, es más complejo conmover al genio y que el resto no se achique ante su enorme estatura”, reconoce en una de sus páginas.

Como decía Eduardo Galeano en su relato “La función del arte / 2”: eso rasca, y rasca mucho y rasca muy bien; pero rasca donde no pica. Dicho de otro modo: muchas ideas, mucha abstracción y poca puesta en práctica de su ideario (ah, cierto que no planifica ni lee ni estudia).

Otros autores se ocuparon de la obra futbolística de Sampaoli, como si fuera un mesías de los entrenadores modernos. Allí están la biografía no autorizada No escucho y sigo, de Pablo Paván (Librofútbol, 2015), y Nada es imposible. El camino de un luchador, de Pablo Esquivel (Ril Editores, 2012).

El de Esquivel versa sobre lo que él denomina la historia chilena del “hijo rebelde de Casilda”: los récords de Sampaoli en el club Universidad de Chile. Esquivel enumera qué condiciones hacen de Sampaoli un líder distinto: por estudioso (conocía los nombres y posiciones de todos los jugadores de la U de Chile cuando lo fueron a buscar), por estratega, por motivador, por poseer un código de honor, por trabajador y disciplinado que trabaja en equipo, por persistencia ante el fracaso, por humilde y afectivo, por tener visión y convicción. Un hombre que se sabe reinventar.

A ver si resulta que Sampaoli fue contratado por la Asociación del Fútbol Argentino, la AFA, para dirigir a la albiceleste por lo que dice que vale y no por lo que vale, como en el chiste sobre la compra y venta de los argentinos.

Para descomprimir mi desconcierto y mi desazón, pienso en el básquet. Me viene a la memoria la imagen del fallecido León David Najnudel. El mismo que hizo aquel Ferro de los 80 y que también dirigió la selección argentina de esta disciplina.

Najnudel nunca había jugado al básquet y sin embargo resultó un magnífico entrenador de quintetos. Fue un revolucionario del básquet argentino cuando promovió la Liga Nacional para que el roce entre equipos de distintas partes del país fuera mejor para el deporte en su conjunto y en su proyección internacional.

No escribió ningún libro y hablaba poco, porque se prodigaba con el ejemplo y la práctica. Una gran diferencia.

Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz

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