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Crónicas Mundialistas Rusas – Las postales esperan hasta el martes

Postal de jugadores de Argentina en el Mundial de Rusia 2018.
Alejandra Herranz

La alegría es nigeriana, porque la selección de Nigeria venció por 2-0 a la de Islandia, acaso el combinado que más simpatías ha despertado en esta Copa del Mundo FIFA Rusia 2018 por sus gestos y actitudes.

Se sabe que la alegría es contagiosa y, no se sabe cómo, de Nigeria se trasladó a la Argentina, porque el triunfo de esta selección africana dio aire al ya caldeado ambiente de la concentración de la albiceleste.

Es decir, hasta el martes (el rabo) todo es toro. Y, quién dice, Argentina podría llegar a clasificar como segunda de su grupo. Porque el amor ha nacido: quiere ser y acaso pronto será, parafraseando a Machado. Sólo que depende de un resultado de fútbol.

Pero este toro viene con cuernos fuertes, con astas de brega.

Estos cuernos tienen forma de audios de whatsapp, vía el Cholo Simeone con el Mono Burgos, vía Ricardo Giusti con su hijo Franco –cosas de la aldea global re-loaded de Marshall Mc Luhan.

En forma de reuniones de vestuario: el aún entrenador de atrezzo Jorge Sampaoli y sus latidos con la muchachada maravillosa de la selección y el actual titular de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el Chino Tapia. Todo por el bien de la selección que es de todos –esos todos que, de tan impersonales, terminan siendo nadie.

En forma de ofrecimientos en diferido: Diego Maradona queriendo hoy bajar al vestuario o visitar la concentración para hablar con los jugadores seleccionados lo que no fue capaz de gestionar en Sudáfrica 2010.

En forma de debate nacional. Los periodistas deportivos y tertulianos alusivos en los distintos programas de radio y de televisión ofreciendo soluciones personalizadas que no se ajustan a la situación pero que ahí quedan, por si a alguien le sirve.

En forma de programa del corazón: ¿Se agarraron a trompadas Javier Mascherano con Cristian Pavón? ¿Wilfredo Cavallero se apunta a una academia de baile para aprender a usar sus pies con el balón? ¿Sampaoli grita y se mueve como loco porque tiene alguna jugadoritis latidus? ¿Qué le pasa a Messi que no sonríe, que no corre? ¿Tiene Messi algún problema personal o extrafutbolístico? ¿No alcanzaron las fotografías de Antonella o la salutación de la esposa de Ángel Di María y su hija para que Messi se alegre y sea feliz en la cancha?

Y todos aparcamos la realidad nacional (tarifazos, descontento social, dificultades económicas varias, tirantez entre oficialismo y oposición) para atender esta emergencia que nos atañe. Porque es más importante saber qué le pasa a Messi y solucionar esta dura situación del seleccionado argentino. Todo sea por una postal, que espera hasta este martes.

Alejandra Herranz, periodista y blogger 

@aleherranz

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