Me encantaría tener una conversación con Paco López. Así, de colegas. Con birras de por medio. Y escuchar de su boca lo que piensa. Lo que piensa de verdad, alejado del discurso oficialista al que nos tiene acostumbrados por el papel que le toca jugar en su continua exposición pública semana tras semana. Su versión sobre este paupérrimo final de temporada. Su autocrítica también. Cómo ve el verano. Qué expectativas tiene para el siguiente ejercicio. Las suyas y las del club. Si es que le han trasladado alguna. O si le han pedido alguna opinión de cara al próximo proyecto. Cómo está lo del Fair Play. Si cuadra la caja… Etecé, etecé, etecé.
Considero que éste era el verano. Quizá lo era también el anterior, pero ya pasó. Quizá el siguiente estemos hablando de lo mismo. Pero para Paco, éste debería ser clave. Un punto de inflexión. O de no retorno. Parece evidente que el vestuario necesita una regeneración importante. Tampoco una revolución. Pero sí abrir puertas y ventanas para ventilar. Y si pudiera ser un soplo de aire fresco, para dentro. Complicado parece, pero…
El caso es que la situación de Paco es de aquella manera. Hablo por mí, pero creo que él es consciente que con más de lo mismo se aumenta el riesgo de ‘guantazo’ el próximo curso. Cuando, en teoría, se debería siempre exigir un poquito más. Una plantilla con deficiencias evidentes, poco margen de mejora por lo que a posibilidades presupuestarias se refiere, un claro desgaste y, lo peor, un pasotismo ilustrado que te garantiza la desconexión con más frecuencia de lo habitual. No diré fiasco asegurado. Pero peligro, seguro.
No sé si llegaré a hablar con él algún día. Pero tengo claro qué le diría que lo mejor que podría hacer es marcharse. Mal que me pese. Porque soy de los (pocos) que piensan que debería ser el entrenador del Levante por muchos años más. Pero la realidad me invita a pensar que cada día que pasa y que cada año que cumple está más cerca su finiquito granota. Y no por él, por las circunstancias. Y, encima, saldrá de mala manera cuando hasta la fecha, con sus virtudes y defectos, firma una tarjeta de visita impecable. Que luego durante el año y en cada partido concreto se pueden analizar muchas cosas y exigir responsabilidades a todo el mundo. A él el primero. Y las tiene, por supuestísimo. Pero me da por pensar que si se le apoyara como es debido, se le reforzara el equipo como es debido y si se tuviera la ambición que hay que tener como es debido, estaríamos hablando de otra cosa.
No pasará. Primero porque abandonar así como así un banquillo de Primera División no sería lógico ni normal. Y menos sin tener otro sitio donde ir. Y segundo, porque entiendo que su profesionalidad está por encima de todo, su levantinismo fuera de toda duda y la confianza en sí mismo y en su trabajo es total. Entiendo que si se lo ha llegado a plantear en algún momento, le podrá mucho más en su balanza todo esto aún sabiendo del riesgo de empezar un año ya viciado, con pocas expectativas de mejora en la plantilla, teniendo el listón (supuestamente) cada vez más alto después de una salvación muy holgada y una semifinal de Copa y siendo el escudo del club y del vestuario para casi todo.
Me sabría mal, la verdad. Insisto. Creo que a día de hoy, para mí, no hay mejor entrenador para el Levante, con todo lo bueno y lo malo. Pero por otro lado, por el mucho o poco afecto que le tengo, me alegraría por Paco. Porque creo que estaría tomando la mejor decisión. Al menos a medio-largo plazo. El tiempo lo dirá. Y, por supuesto, ojalá me equivoque y se cumpla mi deseo más que mi preocupación. Pero por si acaso, no vaya a ser que tenga los días contados, aprovecho este espacio para la invitación pública: Paco, ¿unas birras? Esperando respuesta…
Víctor, el tiempo te ha dado la razón. Magnífico artículo.
Hola Vl, ya estás cómo siempre criticando y creando mal ambiente. Ahora dices que si pudieras hablar con Paco le dirías que se marchara. Pero que te ha hecho Paco?, A parte de salvarnos 4 temporadas consecutivas en primera división sin sufrir, el mejor entrenador de la historia del Levante en primera división. Por otro lado, tenemos equipo de sobra para salvar la categoría el próximo curso. Sólo necesitamos prácticamente central, central y central. Cómo siempre te digo analiza, piensa quienes somos de donde venimos y hasta donde podemos llegar.