Ha nacido un nuevo Sporting de la mano de Abelardo Fernández. Con apenas un partido de vida este equipo ha demostrado que se puede. Se puede ascender de categoría, se puede confiar en la cantera y se puede ilusionar a una afición que con muy poco te lo da todo.
El debut de la criatura comenzó con nervios sobre todo en una banda izquierda inédita hasta el momento en el primer equipo. Álex Menéndez regresó al lateral izquierdo y su pareja sobre la línea de cal fue un debutante en la categoría y en el vestuario. Jony fue la gran sensación de un encuentro en el que los rojiblancos fueron superiores en la segunda mitad.
El extremo rojiblanco demostró una madurez impropia en un jugador que con solo cinco entrenamientos con sus nuevos compañeros se ha ganado el respeto de muchos. Por fin el equipo tiene un hombre con descaro, que se atreve a todo y que juega con la cabeza antes que con el corazón.
El debut no fue fácil para nadie, Abelardo se la jugaba y el vestuario también. El ascenso directo es el objetivo de aquí al final de la temporada y los tres puntos ante el conjunto alicantino eran vitales. El cambio sobre el césped fue notorio llegada la segunda mitad, los rojiblancos dieron un paso adelante y fueron superiores al Hércules.
La afición está ilusionada y encara con optimismo el último mes de competición, la cantera llama a las puertas del primer equipo y lo hace para marcar la diferencia. Jony ha marcado el camino. Están todos bienvenidos a soñar con el ascenso.